Las tarjetas de crédito son una de las vías de pago más frecuentadas en el mundo —especialmente en países como EEUU—. Este sistema permite a sus portadores pagar las compras incluso si los fondos de su cuenta bancaria son nulos. La clave está en la deuda bancaria y en el aplazamiento de su devolución.

No obstante, este método de pago es relativamente reciente —considerando la antigüedad que ostenta el dinero en efectivo—. Concretamente, las primeras tarjetas de crédito nacieron durante la primera mitad del siglo XX. Durante aquellos años, las diferentes cadenas comerciales ofrecían a sus clientes tarjetas de pago exclusivas para sus establecimientos, un prototipo de lo que posteriormente se asentaría como las tarjetas de crédito.

Durante los años cincuenta, las primeras tarjetas de crédito multipropósito comenzaron a emerger, pero ninguna logró penetrar lo suficiente entre los clientes y los comerciantes. Un ejemplo fue la tarjeta Diners Club, gracias a la cual podías pagar en un número determinado de restaurantes y hoteles de Nueva York. No obstante, su circulación fue limitada y acabó condenada al fracaso.

Visa

Por suerte, esta situación cambió por completo en septiembre de 1958, cuando Bank of America introdujo la BankAmericard, la primera tarjeta de crédito multipropósito reconocida alrededor de los Estados Unidos.

La primera ciudad en aceptar esta nueva tarjeta de crédito fue Fresno (California), una ciudad relativamente pequeña de los Estados Unidos. La elección de la misma se basó en dos parámetros: el 45% de sus residentes eran clientes de Bank of America y, al ser una ciudad relativamente pequeña, podían controlar mejor el desarrollo y la posible repercusión en los medios de comunicación.

Así, en septiembre de 1958, unos 60.000 habitantes de Fresno recibieron en sus casas unas piezas de plástico —autodenominadas como BankAmericard— con 500 dólares en crédito. En los documentos adjuntos detallaban las condiciones y promovían su uso a través de los miles de comercios situados en la ciudad de Fresno.

visa

La propuesta resultó un éxito, y en poco más de diez meses, Bank of America había emitido alrededor de un millón de tarjetas de crédito alrededor de California. Pocos años después, ante su masiva erupción, estas tarjetas de crédito fueron licenciadas a otros bancos de los Estados Unidos y el resto del mundo, lo que llevó en 1976 a renombrar la marca BankAmericard como Visa.

Paralelamente, rivales como MasterCard comenzaron a emerger y expandirse a lo largo del mundo, consolidándose junto a Visa y American Express como las tarjetas de crédito y débito más utilizadas en todo el mundo.

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