La banda magnética en las tarjetas de Mastercard pasará a la historia en los próximos años. La compañía eliminará este sistema de pago de forma escalonada en sus tarjetas de crédito y débito. En un futuro, solo implementarán un chip EMV, que almacena la información de pago para validar las operaciones.

En concreto, Mastercard quiere que en 2033 no quede ninguna tarjeta con banda magnética. Comenzarán a eliminarla a partir de 2024 en Europa. Tres años más tarde, el proceso arrancará en Estados Unidos y Canadá. Y, a partir de 2029, Mastercard dejará de fabricar tarjetas con banda magnética –a excepción de tarjetas de prepago para EE.UU. y Canadá–. La compañía calcula que cuatro años más tarde ninguna de sus tarjetas de crédito o débito contarán con esta banda.

"Es la hora de adoptar plenamente estas capacidades, las mejores de su clase, que garantizan que los consumidores puedan pagar de forma sencilla, rápida y con tranquilidad".

Afirma Ajay Bhalla, presidente del negocio de Ciber Inteligencia de Mastercard.

Este amplio plazo de eliminación de las tarjetas con banda magnética dará suficiente margen para que los comercios y empresas que todavía utilizan este sistema de pago puedan adaptarse a las nuevas tecnologías, según ha detallado la compañía. La implementación de la banda magnética comenzó en 1960, gracias a una tecnología desarrollada por IBM. A día de hoy todavía se admite en muchos negocios, aunque no es el método de pago más utilizado.

Mastercard quiere eliminar un método de pago casi obsoleto

Mastercard

El objetivo de Mastercard es que sus tarjetas solo integren un chip EMV, así como la conectividad contactless que permite pagar acercando la tarjeta al TPV. El pago a través de microchip, representa el 86,1% de las transacciones a nivel mundial, según un informe de EMVCO .

Por otro lado, un estudio realizado por Phoenix Consumer Monitor para Mastercard, desveló que el 91% de los consumidores estadounidenses continuarán pagando con su tarjeta aunque no se incluya una banda magnética.

Los pagos móviles, en paralelo, han crecido considerablemente durante la pandemia. El usuario puede enlazar su tarjeta de crédito o débito en el móvil y realizar pagos identificándose mediante su huella dactilar o a través de reconocimiento facial utilizando su teléfono móvil. De esta forma, la compra es mucho más rápida y el pago es más seguro, dado a que no es necesito introducir el PIN en el datáfono para confirmar la operación.