El vehículo impulsado con hidrógeno ha tomado relevancia durante los últimos meses por la presentación de nuevas propuestas e incluso de planes de compra e incentivo al mismo por parte de algún organismo local, pero los propios fabricantes no tienen claro qué pasará con esta tecnología en los próximos años y auguran que no será fácil que los usuarios los compren. No al menos hasta dentro de 10 años, Hyundai, por ejemplo, asume que el coche impulsado con hidrógeno necesita madurar, mucho más de lo que pensaban otros fabricantes. Así, al menos, se desprende de las últimas declaraciones de uno de sus directivos.

Según Kim Sae Hoon, gerente general del equipo de diseño de ingeniería de células de combustible de Hyundai, el vehículo impulsado con pila de combustible da más versatilidad a los diseñadores que uno 100% eléctrico para crear nuevos modelos. El motivo según Sae Hoon es muy simple, esta tecnología permite, de forma rápida, crear desde un autobús a un vehículo pequeño. Al menos es lo que afirma este directivo de la firma coreana.

Los altos precios y la escasez de las estaciones de servicio son los principales problemas para la expansión de esta tecnología. Además, el impulso que tiene el vehículo eléctrico es probable que eclipse al impulsado con hidrógeno, pese a llevar muchos años marcas como Mercedes Benz o Toyota trabajando en esta tecnología.

Para Hyundai hasta centro de 10 años los coches impulsados con hidrógeno no serán atractivos.

Si hablamos de modelos ecológicos, y los de pila de hidrógeno lo son, el mercado está dominado por híbridos (en su mayor parte procedentes de Toyota y Lexus) y por coches 100% eléctricos, y ésta es la tendencia a futuro más clara, por la que yo al menos apostaría al contar con el apoyo de muchos Gobiernos y Ayuntamientos.

Para poder hacer frente a este amplio plazo de tiempo, es probable que inviertan unos 10 millones de dólares en crear modelos híbridos eléctricos, para ir ganando la imagen de fabricante ecológico.

Y éste es el principal problema del hidrógeno, que no tiene aceptación, es muy costoso y será atractivo cuando el vehículo eléctrico ofrezca propuestas con autonomías de 500 kilómetros, un coste reducido y la posibilidad de depender de tu casa, de tu propio punto de recarga. En la guerra por qué tecnología eliminará el petróleo de los coches de momento la delantera la lleva el coche eléctrico, pero no nos olvidemos que es una carrera de fondo, y todo puede suceder.

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