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NIAID (Flickr)

Hace un año, el Ministerio de Sanidad de Guinea notificó a la Organización Mundial de la Salud la aparición de 86 casos sospechosos de **ébola. Un aviso que inicialmente fue ignorado por los países occidentales, pero que se ha convertido en una auténtica lección para la salud pública, la cooperación al desarrollo y la gestión y la comunicación de crisis.

Doce meses después, más de 10.000 personas han fallecido a causa de uno de los virus más letales que existen**. Los países más afectados por la crisis del ébola han sido Guinea, Liberia y Sierra Leona, tres de las regiones más pobres del continente africano. El ébola se fue expandiendo por estas zonas como un virus silencioso, hasta que la OMS declaró en agosto la "emergencia pública sanitaria", cinco meses después de los primeros casos diagnosticados. ¿Qué hemos aprendido 365 días después?

El origen del brote de ébola

El ébola es una zoonosis, es decir, es una enfermedad que no sólo se transmite entre los seres humanos, sino que el virus también cuenta con reservorios silvestres. De hecho, uno de los grandes problemas del ébola es que presenta un elevado rango de hospedadores, por lo que los mecanismos de transmisión y seguimiento de la infección son muy complejos.

El brote del ébola, según estudios publicados en EMBO Molecular Medicine, se originó cuando un niño de dos años de Guinea fue infectado por un murciélago. La enfermedad comenzó entonces a transmitirse de manera exponencial en el oeste de África, como demostró una investigación en New England Journal of Medicine:

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En la zona roja se muestra el origen del brote del ébola. Fuente: New England Journal of Medicine

Nula atención informativa inicial

Los primeros casos diagnosticados de ébola pasaron desapercibidos fuera del continente africano. Hay un proverbio anglosajón que dice "No news, good news". En el caso de esta crisis sanitaria, la realidad nos ha enseñado su lado más duro: durante los cinco primeros meses, la ausencia de noticias sobre lo que ocurría en África fue abrumadora, como se observa en la siguiente gráfica de Google Trends.

La nula cobertura informativa provocó que los países occidentales miraran hacia otro lado, a pesar del esfuerzo incansable de organizaciones sin ánimo de lucro como Médicos sin Fronteras. El 8 de agosto de 2014, cuando la OMS declaró la "emergencia pública sanitaria", se observó un significativo pico de noticias en Google Trends. Lo mismo vuelve a ocurrir en octubre, en el momento en que varios pacientes de otros países no africanos se contagian de ébola (entre ellos la española **Teresa Romero.

Una tragedia que deja 10.000 fallecidos

A pesar de la nula atención informativa al comienzo del brote, miles de personas resultaron afectadas por esta enfermedad. La peligrosidad del virus del ébola no se debe únicamente a su amplio rango de hospedadores (entre los que se incluyen, como mecionábamos antes, los murciélagos).Han fallecido más de 10.000 personas por al ataque del ébola

El mecanismo de acción que utiliza también explica que su ataque sea tan letal. Lo que hace diferente a este virus respecto a otros organismos es que su diana tiene como objetivo la destrucción de las células endoteliales de los vasos sanguíneos. Por este motivo, la infección del ébola causa hemorragias masivas en los pacientes afectados. A pesar de ello, su capacidad de contagio es limitada ya que la vía de transmisión es el contacto directo por sangre y otros fluidos corporales, tales como orina, lágrimas, heces, saliva, sudor o semen de otras personas infectadas. Es decir, no es posible la transmisión del virus por el aire o el agua.

Los datos, sin embargo, hablan por sí mismos. El último informe de la OMS indicaba que el número de fallecidos por ébola ha superado las 10.000 personas. A día de hoy se contabilizan cerca de 25.000 afectados en todo el mundo, aunque Sierra Leona (casi 12.000 casos), Liberia (más de 9.500) y Guinea (alrededor de 3.400) concentran el ataque del mortífero virus.

Insuficiente ayuda humanitaria

A pesar de que los países occidentales ignoraron el brote inicial del ébola, fue a partir de agosto cuando la ayuda humanitaria y económica comenzó a llegar a África. Según datos del Financial Tracking Service, se han comprometido cerca de 2.940 millones de dólares, una cifra superior a la petición realizada por Guinea, Sierra Leona y Liberia cercana a los 2.300 millones de dólares. Estados Unidos ha sido el país que más ha donado, superando los 1.100 millones de dólares (un 38,7% del total de ayudas comprometidas).

La difícil situación socioeconómica de África, sin embargo, exige un compromiso mayor por parte de las regiones desarrolladas. Como explicaba en una entrevista la Ministra de Sanidad de Benín, "los medios con los que cuentan son insuficientes". Es posible que los momentos más difíciles de la crisis del ébola hayan pasado, pero este brote debe servir de lección para no dejar en el olvido, de nuevo, a África.

Sin tratamientos ni vacunas... aún

Un año después, la investigación biomédica ha conseguido importantes avances en el desarrollo de una posible vacuna o tratamiento contra el ébola. Sin embargo, todavía no han sido suficientes. A día de hoy, el ébola sigue siendo una enfermedad incurable. El desarrollo de medicamentos es un proceso muy complejo y costoso, que impide la llegada inmediata de terapias o vacunas que puedan frenar la infección por ébola.

En el intento -desesperado- de curar a los pacientes afectados por el virus, se probaron diversas estrategias: desde el suero experimental **ZMapp* al plasma de personas que hubieran superado la enfermedad. ¿Qué tratamientos se están estudiando ahora mismo?

TKM-Ebola: el fármaco basado en la tecnología del ARN de interferencia fue probado inicialmente en estudios en fase I, aunque se observaron problemas de seguridad y efectos adversos. Dada la gravedad de la crisis sanitaria, la FDA autorizó su uso como terapia experimental, aunque no se han realizado más ensayos para determinar su seguridad y eficacia. * Favipiravir: aprobado en Japón como tratamiento contra la gripe, este medicamento demostró su eficacia en modelos animales. Por este motivo, comenzó un ensayo clínico en Guinea en diciembre, cuyos resultados preliminares parecían indicar cierto beneficio de esta terapia, aunque los datos no son definitivos. * BCX4430: este tratamiento antiviral, desarrollado por BioCryst Pharmaceuticals, ha mostrado su eficacia frente a diversas infecciones víricas. Los estudios preclínicos en modelos animales con ébola han sido positivos, por lo que ahora deberán comenzar los ensayos en seres humanos. * ZMapp: el cóctel de tres anticuerpos monoclonales desarrollado por Mapp Biopharmaceuticals ha sido utilizado en un número limitado de pacientes con ébola, por este motivo, los resultados no pueden considerarse significativos a nivel estadístico. Pronto comenzará un ensayo clínico en Liberia y Estados Unidos que tratará de demostrar su seguridad y eficacia. * Otros tratamientos: China también ha trabajado en el desarrollo de fármacos contra el ébola (JK-05). Por su parte, la FDA autorizó el ensayo del brincidofovir, un medicamento exitoso en los estudios realizados en cultivos celulares, aunque su análisis en humanos fue suspendido por falta de personas voluntarias.

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NIAID (Flickr)

Durante los últimos doce meses, también se ha trabajado en la investigación y desarrollo de vacunas que pudieran prevenir la infección del virus del ébola. Al igual que ocurre con los tratamientos, no existen resultados definitivos en ninguno de los estudios realizados hasta el momento:

  • cAd3-EBO Z: la vacuna desarrollada por el NIAID y la biotecnológica Okairos (hoy propiedad de GSK) ha sido probada en dos estudios en fase I para evaluar su seguridad.
  • VSV-EBOV: esta vacuna, investigada inicialmente por la Agencia de Salud Pública de Canadá, y luego por la farmacéutica Merck, ha sido analizada en varios ensayos clínicos realizados en Europa, Gabón, Kenia y Estados Unidos, observándose posibles efectos adversos que no han sido confirmados por completo.
  • Advac/MVA-BN: en este caso, la vacuna ha sido fabricada por Johnson & Johnson. El primer estudio clínico en fase I (para garantizar su seguridad) comenzó en enero, por lo que todavía no se conocen resultados de estos ensayos.
  • EBOV GP: la compañía Novavax inició los análisis clínicos de esta vacuna el pasado mes de febrero en Australia, motivo por el que aún no se conocen datos acerca de su seguridad y eficacia.
  • Otras vacunas: la Universidad de Texas y la farmacéutica Vaxart también anunciaron recientemente el desarrollo experimental de dos vacunas más, aunque todavía no han comenzado los ensayos clínicos.

La ausencia de una cura o vacuna eficaz contra el ébola ha puesto de manifiesto lo importante que es trabajar en las llamadas 'enfermedades olvidadas'. Ésta es la quinta y última lección que nos deja la crisis: investigar es fundamental para estar preparados en el futuro. Sólo así evitaremos epidemias tan graves como la vivida en los últimos doce meses.

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