Una de las noticias más sorprendentes de la semana pasada vino con los chicos de AT&T, quienes anunciaron de manera inesperada su proyecto de comprar Iusacell, la tercera operadora móvil más importante de México, entrando así de lleno en un mercado que se encuentra a la mitad de un proceso de fuertes y radicales cambios. Las especulaciones no se hicieron esperar y una de las primeras conjeturas en torno a esta transacción fue que AT&T podría incluso aspirar a convertirse en la segunda operadora más fuerte del país, si entraba en el proceso de adquirir los activos de los que Telcel tiene que deshacerse para perder su calificación como agente económico preponderante, impuesta por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), sin embargo la compañía ha confirmado ya que no están interesados en las sobras de América Móvil, pero en cambio podrían estar interesados en la infraestructura de Nextel México.

La declaración se dio en el marco de una conferencia con inversores, en donde Randall Stephenson, presidente ejecutivo de la firma estadounidense, afirmó que estaba interesado en explorar la posibilidad de adquisición de activos en México de Nextel, en razón de sus 2,8 millones de clientes activos en México:

nextel mexico

Creemos que hemos encontrado un camino que nos proporciona una buena plataforma escalable de crecimiento sin los activos de América Móvil. Si las cosas se materializan en el tiempo y esos activos se ven atractivos obviamente tendríamos que verlos pero realmente no necesitamos los activos de América Móvil para tener éxito.

La intención de Stephenson es sensata y con un potencial extraordinario. Nextel se había consolidado en el país como un servicio de radiocomunicaciones que permitía una interacción inmediata y sin tarifas adicionales entre usuarios y personas de negocios con actividades constantes en la zona fronteriza con Estados Unidos, permitiendo cobertura de ambos lados. AT&T podría cubrir sin problemas este servicio una vez que NII Holdings, matriz de Nextel, terminé su proceso de bancarrota. De concertarse este movimiento AT&T estaría ingresando al mercado mexicano con una base de casi 12 millones de clientes, un número que lo pondría en competencia directa contra Telefónica, la segunda operadora más grande de México.

El ejecutivo dejó entrever en sus declaraciones que tampoco han cerrado la puerta con América Móvil, y podrían eventualmente adquirir alguna parte del cerca de 20% de activos que desplazará la operadora de Carlos Slim, de modo que no hay nada escrito en el mercado, aunque todo apunta a que tendremos a tres compañías peleando muy de cerca por el dominio de la mayoría del mercado.