Envejecer es uno de los dramas de los seres humanos. Además de ver como nuestra condición física va cambiando, experimentamos una serie de alteraciones estéticas que nos alejan de nuestra apariencia original. Científicos de la Universidad de Washington han estado trabajado en un estudio para poder averiguar cómo sería el aspecto de un niño con el paso de los años.
Un proyecto que ha sido financiado por Intel y Google
Este estudio, desarrollado por el profesor Ira Kemelmacher-Shlizerman y sus ayudantes, permite elegir una imagen desde cualquier ángulo o expresión, pulsar un botón y en 30 segundos devolvernos una visión más adulta de la misma. Para probar este sistema, el equipo eligió fotografías de personas que ya son adultas, lo cual les permitió comprobar la eficacia de su trabajo.
Steven Seitz, coautor de este estudio, afirmaba que su "extensivo estudio de los usuarios hace que los resultados sean tan convincentes que las personas no pueden distinguirlos de la realidad. Cuando enseñamos una imagen envejecida de un niño y la fotografía de esa misma persona como adulto, la gente no es capaz de identificar cuál es la verdadera." Este trabajo fue financiado por Intel y Google y será presentado en una conferencia el próximo mes de junio.