Recién cumplidos los cuatro meses tras su presentación durante IFA 2013, el Galaxy Gear no ha cumplido con todas las expectativas que se le suponían al primer smartwatch de esta gran marca. En realidad, los smartwatches de cualquier marca hasta la fecha no han cumplido esas expectativas, con la honrosa excepción de, quizás, Pebble. En vistas a paliar carencias, Samsung presentará en abril un nuevo Galaxy Gear más delgado junto al Galaxy S5, según dijo Lee Young Hee, ejecutivo de Samsung, como citan en Bloomberg. Así que el Samsung Galaxy Gear 2 llegará antes de lo esperado.
El mismo Lee Young Hee que continuó hablando del potencial de los wearable, como el Galaxy Gear, en funciones relacionadas con la salud. Parece evidente hacia dónde apunta Lee: el Galaxy Gear como un cuantificador, no sólo como un smartwatch tal y como lo concebimos hasta ahora. Así, tomaría funciones de las pulseras que hemos visto llegar en 2013 especialmente, e incluso las de 2014 durante el CES 2014: Jawbone Up, Nike Fuelband, Fitbit Force, etc. Funciones como un acelerómetro capaz de llevar la cuenta de nuestros pasos, un altímetro para detectar nuestra actividad en vertical, etc.
La cuestión de fondo, la dura pelea que no ha hecho más que empezar en el campo de batalla de los dispositivos vestibles. Así que teniendo en cuenta el ritmo de lanzamientos y terrenos sobre los que extiende sus tentáculos (desde el cariño) Samsung, no sería nada raro que dentro de unos meses veamos un lanzamiento que rivalice con un gadget que se pone sobre el caballete de la nariz y se llama Google Glass. Aunque yo soy de los que opinan que hasta ahora, casi todo son prototipos, aunque se nos quieran vender como productos acabados. El reto de la wearable technology es volverse invisible.