Una de las técnicas de ingeniería genética más prometedoras de los últimos tiempos es la metodología CRISPR. Basada en el sistema bacteriano de la proteína Cas9, esta herramienta estaba destinada a revolucionar la modificación de genes convencional.
Anteriormente, la introducción o silenciamiento de secuencias genéticas era un proceso realmente laborioso, ya que se usaban unas "tijeras moleculares", que a pesar de su eficacia, presentaban un alto coste de tiempo y recursos. La introducción de la técnica CRISPR el año pasado estaba llamada a cambiar para siempre la biología molecular, como ya lo hicieran las llamadas enzimas de restricción en la década de los setenta.
La experimentación con animales sigue siendo muy polémica
El uso de estas técnicas de ingeniería genética en animales presenta un objetivo principal: crear modelos donde los investigadores puedan observar 'en directo' el desarrollo de una determinada enfermedad. Los detractores del uso de animales en experimentación ven estas herramientas como aberrantes.
El uso de animales de experimentación sigue siendo imprescindible
Sin embargo, a día de hoy no hemos logrado avances supercomputacionales o en ingeniería de tejidos suficientes como para prescindir del uso de animales en los laboratorios. Quizás en el futuro sea posible sustituir los ensayos realizados in vivo por análisis in silico igual de eficaces. Pero de momento, la investigación aún no ha llegado a ese punto.
El estudio de enfermedades tan terribles como el cáncer o el mal de Alzhéimer pasa inevitablemente por el uso de modelos animales variados: desde roedores a peces, pasando en último caso por la utilización de primates, los seres más parecidos a los humanos. La modificación genética de estos organismos vivos nos hace entender los procesos moleculares que subyacen a determinados problemas médicos con mayor profundidad.
Primeros animales modificados genéticamente 'a la carta'
La técnica CRISPR, creada hace solo unos meses, ha demostrado en menos de un año el gran éxito que prometía. En mayo del año pasado, una investigación publicada en la revista Cell lograba los primeros ratones modificados genéticamente 'a la carta'.
La modificación genética es más precisa y eficaz con la técnica CRISPR
El reto, meses después, era aún mayor. ¿Podríamos introducir cambios directos en el ADN de macacos? Estos primates, muy cercanos evolutivamente a los seres humanos, son habitualmente utilizados en el desarrollo de fármacos. El desafío tecnológico, por suerte, ha sido superado. Investigadores chinos han publicado de nuevo en Cell este importante avance.
La modificación genética de los macacos, que ha usado la técnica CRISPR, se ha realizado en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario. El embrión producido, que luego ha sido introducido en una hembra de macaco, ha dado lugar a una nueva generación de primates con varias secuencias genéticas cambiadas de manera 'directa'.
Este logro impulsará, sin duda, la investigación en biomedicina, ya que evitará el uso de animales que no fueran 'necesarios', puesto que la modificación genética se hace de una forma mucho más precisa y eficaz. A pesar del considerable debate ético que la investigación con animales suscita, lo cierto es que el estudio de enfermedades avanzará, sin lugar a dudas, gracias a la técnica CRISPR.