A veces se critica a los dispositivos móviles con pantallas táctiles por inapropiados en el campo de los videojuegos. Y no sin razón. Muchos juegos no han sabido cómo sortear este problema y convertirlo en una baza. El problema es claro: tapar parte de la pantalla con los dedos quita visibilidad. Otros juegos sí pueden presumir de haber dado con la fórmula. La mayoría, juegos 'casual', poco complejos, pero adictivos. Muchos de ellos, con un mismo formato, la carrera infinita. Recientemente se ha actualizado con interesantes mejoras un juego que hace gala de este mismo formato de una forma brillante: Banana Kong, que sigue la idea de títulos exitosos como Jetpack Joyride o Temple Run (aunque en 2D).
Tremendamente adictivo. Simple y entretenido.
En Banana Kong controlamos a un único personaje, un gorila, que lo único que hace es correr y correr huyendo de una montaña de plátanos que va avanzando a sus espaldas. Por el camino -en una selva en 2D- se encuentra varios tipos de objetos y obstáculos, aunque sólo podrá chocar contra los plátanos, que de hecho debe recoger cuantos más mejor, y contra los barriles, que dentro contienen plátanos, y las telas de araña, que nos ralentizarán un poco. Con una pulsación saltaremos, si mantenemos la pulsación, planearemos. Cuando hayamos cogido los plátanos suficientes, una barra indicadora se llenará y podremos hacer una carrera con fuerza para romper obstáculos o entrar en cuevas o accesos a las zonas submarinas.
No todo es selva, estos dos últimos escenarios (más uno por encima de los árboles de la selva) también forman parte del juego. No será el juego del año, pero es increíblemente entretenido, rozando lo adictivo. Ahora es gratuito, aunque ya han avisado de que es una promoción temporal. Como es habitual ya, se monetiza gracias a las compras in-app, que incluyen desde mejoras para hacer más fuerte o ágil a nuestro gorila, a accesorios que sólo afectan en la estética, como sombreros u hojas de diferentes estilos para planear.
Descarga: Banana Kong en la App Store. Gratuito.