Ejército de Chile (Flickr)

Investigadores de Finlandia han realizado un estudio para predecir el número de hijos, analizando cientos de fotografías de soldados, junto con los datos personales asociados. ¿Y de dónde sacaron toda esta información? En su búsqueda, los científicos hallaron decenas de libros del Ejército conmemorando el fin de la II Guerra Mundial, en los que se homenajeaba a los soldados que habían participado en la contienda.

Junto a sus fotografías personales, en estos volúmenes se habían recogido datos como su estado civil, el número de hijos que habían tenido, el nivel al que habían ascendido en el cuerpo militar, etc. También se detallaba información relativa a su servicio durante la guerra, como por ejemplo dónde habían luchado y si habían sobrevivido o no.

El equipo formado por John Loehr y Robert O'Hara escaneó las casi mil imágenes de los soldados que luego analizarían, y una vez hecho esto, aplicaron un algoritmo computacional para determinar la relación entre el tamaño y la anchura de la cara de los soldados (algo conocido en inglés como face width height ratio) y su descendencia.

A continuación, asociaron toda la información personal con este primer análisis facial, y los resultados, publicados en la revista Biology Letters, fueron sorprendentes. Efectivamente, la correlación entre los rasgos de la cara servía para predecir el número de hijos, ya que los soldados con un rostro más ancho, tendían a tener mayor descendencia, y también, más "suerte" a la hora de encontrar pareja.

Pero no contentos con esto, el estudio realizado en Finlandia determinó que los rasgos faciales también podían ser un buen indicador del grado que los soldados alcanzaban en el Ejército. Aquellos que presentaban rostros más anchos tendían a ocupar escalas más bajas en el cuerpo militar. Una posible explicación a esto se halla en un estudio anterior, que afirmaba que la estructura de la cara podía determinar el grado de cooperación en el trabajo. Ese análisis concluía que las personas con el rostro menos ancho tendían a ser más creíbles y abusaban menos del poder que otras. Quizás ahí esté la explicación a esta tendencia encontrada por los investigadores en Finlandia.

Finalmente, en su estudio no detectaron relaciones importantes entre la tasa de supervivencia, la agresividad y las medidas de la cara, aunque como hemos visto sí que se había establecido una curiosa tendencia para predecir el número de hijos. Estos últimos resultados son distintos a los publicados en un análisis en 2008, en el que los rasgos faciales se asociaban con determinados niveles de testosterona y agresividad en jugadores de hockey.

Unos resultados, sin lugar a dudas, curiosos, aunque se necesitarían estudios en mayor profundidad para demostrar que las medidas de la cara tienen una relación importante con este tipo de características descritas.

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