El virus de la inmunodeficiencia humana, también conocido como VIH es el responsable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2006 había cerca de cuarenta millones de personas afectadas por esta enfermedad en todo el mundo.
Para realizar el test del SIDA, tradicionalmente se podía hacer de varias maneras. Por una parte, se realiza la prueba de cuarta generación, también llamada prueba combinada, en la que se detectan de forma simultánea el anticuerpo y el antígeno P24 del virus. Gracias a este análisis, se consigue realizar una detección precoz del SIDA. Las conocidas como pruebas rápidas buscan anticuerpos en muestras que pueden ser de varios tipos (sangre, orina o saliva). Esta segunda técnica conlleva un período de tiempo muy breve (tan solo media hora), pero sus resultados han de ser confirmados posteriormente.
Ahora, investigadores del KTH Royal Institute of Technology de Estocolmo, en Suecia, han convertido un lector de DVD en una tecnología reciclada capaz de realizar el test del SIDA de manera más rápida. A este invento lo han denominado Lab-on-DVD, que es capaz de concentrar años de innovación tecnológica relacionada con el almacenamiento óptico para crear una alternativa a la técnica conocida como citometría de flujo. Esta última es la que se utiliza de forma habitual en los hospitales.
El reciclaje de una tecnología, como la de los lectores de DVD, que se estaba quedando ya casi obsoleta, para realizar análisis clínicos de este tipo, como es el test del SIDA, puede suponer un importante ahorro económico. Los equipos de citometría rondan los treinta mil dólares, sin incluir gastos derivados de su mantenimiento. Sin embargo, con el nuevo Lab-on-DVD, podríamos realizar pruebas como el test del SIDA por solo doscientos dólares, que sería el presupuesto necesario para adaptar esta tecnología de análisis.
El Lab-on-DVD, además de ser una importante herramienta para realizar pruebas como el test del SIDA, también sirve para realizar análisis de ADN, ARN, proteínas o incluso células enteras. Una innovadora tecnología que tendrá sin duda en el futuro un considerable impacto en el diagnóstico rutinario que se realiza a diario en los hospitales.