¿Conexión lenta bajo tu operador móvil? ¿Hay ocasiones en las que no tienes señal suficiente como para conectarte a la red más rápida que ofrece tu operador? ¿Tienes un límite de datos que consumes mucho antes de que comience el nuevo ciclo? Todos esos problemas pueden solucionarse con la compresión web que ofrece Google y a la que se puede acceder a través de la nueva versión de Google Chrome para Android.
La idea es sencillamente genial, aunque no es nueva. De hecho Google se centra en una idea de Opera, otro de los grandes en el terreno de la navegación web e impulsores de muchas ideas que tarde o temprano acaban utilizándose de forma habitual. Opera Turbo es un sistema que permitía a los usuarios de Opera consumir menos ancho de banda pidiendo las páginas directamente a un proxy que se encargaba de enviar datos optimizados y reducidos, descargando sólo un porcentaje de lo que descargaríamos pidiendo la fuente original. Se trata de un proyecto con una envergadura titánica se podría decir ya que todas las páginas pedidas pasan por dicho proxy, y así mismo pasa con el nuevo sistema que diseña Google y que ya se puede probar.
Para ello hace falta tener la última versión beta de Google Chrome para Android. Recordar que Chrome para Android se ofrece en dos canales diferentes, uno tradicional en el que podemos acceder a la versión normal y regular probada, y uno en el que accedemos a una versión algo más avanzada pero aun experimental, ideal para que los usuarios más impacientes empiecen a probar nuevas funcionalidades.
¿Cómo podemos activar la compresión de datos en Google Chrome para Android? Para ello basta con acceder al menú de opciones experimentales escribiendo chrome://flags/ en la barra de direcciones. Todo lo que cambiemos aquí es altamente experimental y de hecho se nos mostrará una advertencia al respecto. Una de las primeras opciones que nos aparecen entre las nuevas funcionalidades experimentales es Enable Data Compression Proxy, cuya descripción nos indica que podemos reducir el consumo de datos cargando versiones optimizadas de las páginas web a través de los servidores proxy de Google.
Basta con activarlo y reiniciar el navegador (algo que podemos hacer desde la misma pantalla) para comenzar a reducir el consumo de datos. Ahora si accedemos a chrome://net-internals/ y buscamos la sección de ancho de banda (Bandwidth) se nos mostrará una serie de estadísticas que comprenden el consumo de datos de la sesión y el total, y el ahorro que hemos hecho en porcentaje, comparando el consumo de datos original y el reducido, obtenido gracias a la utilización del proxy.
¿Cual es el inconveniente? Bueno, como siempre, los más conspiranóicos querrán pensárselo dos veces antes de activar la opción, ya que activar la compresión web supone que todo nuestro tráfico pasará primero por los servidores de Google, perdiendo en ese sentido toda la (supuesta) privacidad que tendríamos en una navegación normal.