La semana pasada nos enteramos de que Steven Sinofsky, qué tenia el cargo de responsable en la división de Windows, abandonaba Microsoft. La noticia sorprendió mucho puesto que se marchó justo dos semanas más tarde de lanzar Windows 8, proyecto en el que había ejercido de líder con mucho empeño.
El comunicado oficial de Redmond dió a entender que su cese en la compañia se trataba de una decisión de mutuo acuerdo. Sin embargo, se sabía que era un ejecutivo con gran facilidad para crear tensiones en el equipo. Se rumoreaba que existía un conflicto y, por supuesto, que Sinofsky no se iba de Microsoft por voluntad propia.
Y, en efecto, era cierto. Nos enteramos a través de Extreme Tech que Steve Ballmer estaba cansado y le despidió. Cabe destacar que ni el equipo ni el propio Sinofsky se esperaban la dura noticia. No obstante, había bastantes razones para hacerlo.
Aunque Sinofsky fuese una persona con la que era difícil trabajar. De hecho, los antiguos ejecutivos le describen como la persona más difícil y arrogante con la que han intentado trabajar. Sin embargo, la cosa no acaba ahí. En Microsoft, existían planes para implementar una tableta en los tiempos de Windows 7 pero Sinosfky se negó a ello. Nadie lo puede saber pero puede que sacarla en aquel entonces habría sido una decisión muy acertada porque se habría introducido en el terreno de las tabletas mucho antes y puede que tuviesen ahora una cuota de mercado mucho mas alta.
A pesar de todo, no se le puede echar la culpa a entera a Sinofsky de que Microsoft no lanzará al mercado tabletas. Unos veteranos de la compañia achacan parte de la responsabilidad a la falta de visionarios de productos en los altos cargos.
Ahora, después del despido de Sinosfky, Ballmer tendrá un papel mucho más centrado en la gestión de Windows junto con Larson-Green y Tami Reller.¿Seguirá Microsoft innovando como lo han hecho hace poco con Windows 8? ¿Conseguirá progresar a mayor velocidad prescindiendo de Sinosfky?