El tema del momento en México es el reportaje del diario inglés The Guardian sobre la cobertura a favor de Vicente Fox, Enrique Peña Nieto y otros políticos prominentes en 2005. De acuerdo con el periódico, han tenido acceso a varios documentos que comprueban que dichas figuras pagaron a la televisora por recibir un trato mediático favorable. Sobre todos los casos, destaca el que implica al presidente Fox para minar la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador rumbo a la elecciones de 2006.

Según los informes, Vicente Fox pagó cerca de 60 millones de pesos (4.2 millones de dólares) por una estrategia que le permitiera frenar el ascenso de López Obrador en las preferencias electorales. Entre las acciones sugeridas, está la promulgación de un día nacional de luto por la muerte del papa Juan Pablo II, así como darle difusión a los casos de celebridades afectadas por el crimen en el Distrito Federal -donde Obrador había fungido como Jefe de Gobierno-. De acuerdo con The Guardian, ambas estrategias fueron realizadas por la administración foxista.

Otro de los beneficiados por estos planes de promoción fue Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México. Según los documentos, Peña Nieto recibió una cobertura favorable para colocarlo como una figura nacional y allanar su camino rumbo a la elección presidencia de 2012. El favoritismo de Televisa por el candidato del PRI ha sido acusado por numerosos actores sociales; e incluso representa una de las banderas de lucha de movimiento #YoSoy132.

El reportaje de The Guardian está basado en una investigación realizada por el periodista Jenaro Villamil, publicada en Proceso desde 2005. Aunque los datos han sido presentados desde entonces, ha sido el respaldo y el renombre del diario inglés lo que han puesto la noticia a escala internacional. De hecho, The Guardian ha destacado la pieza en la portada de su edición digital.

La investigación de Villamil ha sido criticada por un sector ya que no existe corroboración de los documentos (algo que, en la práctica, resultaría imposible hacer). Así mismo, Televisa ha emitido un comunicado en el que señala que la información es falsa, e incluso acusa que los datos "han sido desmentidos reiteradamente por más de siete años". Televisa ha solicitado una disculpa pública por parte de The Guardian, así como la intervención de la Press Complaints Commission.

La noticia ha sacudido por enésima vez el crispado ambiente electoral mexicano. Ahora viene un pulso entre The Guardian y Televisa, por determinar la veracidad o falsedad de los documentos. Entre tanto, Andrés Manuel López Obrador recibe el beneficio de la duda a su teoría del complot, mientras que se reafirma la percepción de que Peña Nieto está recibiendo una ayuda colosal por parte de la televisora.

La cobertura favorable de Televisa a ciertos actores políticos es un "secreto a voces" dentro de la sociedad mexicana. Lo que es muy cierto es que en términos de credibilidad e imagen, este artículo es un golpe muy duro para la televisora, que ha visto como su apoyo tácito (y a veces, descarado) a Enrique Peña Nieto comienza a cobrarle una factura muy costosa que podría no estar dispuesta a pagar. Como cerraría el mismo Villamil la frase de un ex empleado de Televisa en el polémico artículo: "Nunca se pierda de vista el hecho de que esto es un negocio. La lealtad es a la posición, no a la persona."

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