Antes que nada, vamos a los hechos.

La compañía taiwanesa Hon Hai, más conocida como Foxconn, ha llegado a un acuerdo con la empresa Sharp para adquirir el 10 por ciento de sus acciones. La primera conclusión de este dato objetivo es que la firma ensambladora entra de lleno en el negocio de la fabricación de pantallas LCD.

La segunda consecuencia es: ¡vuelven con furia los rumores sobre el iTV! Es que Foxconn se posiciona como la máxima responsable de la fabricación de dispositivos Apple, y es difícil creer que los movimientos de estos tercerizados se lancen de manera independiente a los deseos de la casa californiana.

¿Qué hace pensar que el iTV será un hecho? Fundamentalmente que en el libro de Walter Isaacson sobre Steve Jobs, éste ya había adelantado que quería alcanzar con los televisores lo mismo que consiguió con los teléfonos: reinventarlos. Además, el resto de los "augurios" que se desprendieron de esas páginas se fueron sucediendo invariablemente; como por ejemplo, el acercamiento de Apple a la industria de los libros de textos... ¿Por qué no creer que sobre el escritorio de Cook se asoman bocetos de algunos TV de 42 o 46 pulgadas con manzanas mordidas estampadas?

Ahora, un poco de historia...

La de 2007 fue una de las keynotes más recordadas. Allí, sobre el escenario, la mirada filosa de Steve Jobs y un texto que de tan ensayado, se escuchaba natural. Como si el de polera negra estuviera bromeando con Jonathan Ive, o cualquier otro, frente a la máquina expendedora de jugos en Cupertino, y no en uno de los eventos del mundo informático más esperados del año. Sí, el chiste fue lanzado durante la presentación del iPhone. Allí, el CEO proyectó esta imagen, que de alguna manera, se mofaba de la catarata de rumores previos a la llegada de uno de los gadgets más esperados de la historia:

Y como siempre, Apple sorprendió por el camino más corto. El teléfono que sacarían al mercado no éra este de la foto, no tenía ruedita ni teclado. Un solo botón (y a Jobs esto hasta le parecía mucho). Sólo una bella pantalla, sin nada que sobre. Sin nada que -desde el diseño- falte.

Algo similar sucedió horas previas al nacimiento del iPad. Los rumores habían tomado cautivo a los medios especializados en tecnología y la mayoría especulaba con la posibilidad de que el bunker Apple escupiera una tablet más cercana a la Mac que al iPhone. Y de nuevo, Apple se escapó por el atajo. A veces, el mensaje de Steve Jobs era tan, pero tan sencillo, que apabullaba.

A las horas amanecieron las dudas y los chistes. Muchos creyeron ver en este movimiento el ¿esperado? paso en falso de Apple. ¿Otro Newton de Apple?

Y allí surgieron los análisis trasnochados: ¿por qué la gente querría un iPhone gigante? Precisamente por eso (aunque esta tablet es mucho más que más tamaño). Si el iPod y el iPhone ofrecían una experiencia de usuario maravillosa, ¡qué mejor que multiplicar esa sensación!

Hoy, cuando se vuelve a hablar de la inminente llegada del iTV, volvemos a preguntarnos: ¿Apple hará lo suyo y presentará un producto "previsiblemente" sorprendente? Esto es, un dispositivo que de tan simple, rompa los moldes. Un televisor minimalista. Elegante. Funcional. Es decir, tan sólo (y nada menos que) un iPad gigante sobre un soporte o un dock. Un iPad de 42, 46 o más pulgadas, que sea capaz de sintonizar la televisión satelital, cable o de aire; pero fundamentalmente que esté habilitado desde el vamos para volar por iCloud; correr aplicaciones y lanzar todo aquello que compramos o alquilamos en iTunes.

Un iTV touch, claro, pero que también se pueda "tocar" desde el sillón, manejándolo desde un iPad o un iPhone como control remoto. Interactuando entre todos los terminales, bajo el influjo de AirPlay. O, mejor aún, capaz de alojar a Siri, para solicitar canales como quien le pide un café al mozo.

Un iTV que sigue la línea del iPod, iPhone y iPad. Un iPad gigante, podrán decir (y no, creo yo, como el Cinema Display que aparece en la mayoría de los concepts independientes). De tal manera que se respeten la líneas trazadas y que se "unan todos los puntos", siguiendo el ideario Jobs.

Por supuesto, todo lo escrito aquí pretende ser sólo futurología. O lo que es lo mismo, tratar de entender hacia dónde va la empresa más poderosa del mundo, viendo por dónde pasó. Ya llegará el momento en el que Tim Cook le retire el velo al famoso televisor con la i minúscula adelante. Y allí, probablemente, caeremos en la cuenta, de nuevo, que el iTV menos pensado podía ser también el más simple de todos.

Foto principal: Concept Design de GadgetSin

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