En el mes de febrero se hacía público el estudio llevado a cabo durante los últimos 25 años sobre la extraña hibernación de los osos negros. La Universidad de Alaska y Stanford señalaba la capacidad de estos animales para hibernar y dejar de comer o beber durante medio año para luego "reactivarse" bajo las mismas condiciones fisiológicas que cuando comenzaron su hibernación. El hallazgo significaba que los osos eran capaces de reducir muy poco su temperatura corporal mientras "dormían" a la vez que su actividad metabólica caía. Desde hace unas horas el estudio ofrece un nuevo y sorprendente hallazgo: los osos negros tienen la capacidad de sanar mientras hibernan.

Para llegar hasta esta conclusión los investigadores estudiaron varios casos de osos que tenían heridas y que al cabo de varios meses y tras la hibernación, habían sanado sin mostrar prácticamente cicatrices ni infecciones.

Los hallazgos, tal y como cuentan, pueden ser de gran relevancia para la comunidad médica con la esperanza de mejorar la curación lenta de heridas infecciosas en ancianos o diabéticos. Claro que ahora queda saber exactamente cómo sanan los cuerpos de los osos mientras su temperatura corporal, frecuencia cardíaca y metabolismo se reduce.

El estudio lo realizaron con alrededor de 1.000 osos negros durante 25 años con el fin de controlar su estado de salud y comportamiento. Cada oso estaba vigilado con cámaras y sensores como collares en el cuello. Durante el proceso encontraron las primeras evidencias de que los osos poseían habilidades curativas sorprendentes. Según el artículo publicado:

>Identificamos que cada año unos pocos animales tenían lesiones causadas por armas de fuego, flechas de cazadores, mordidas de otros osos u otros depredadores… Estas heridas se habían infectado o inflamado en muchos casos hasta la llegada del invierno.

>Cuando volvimos a visitarles en sus guaridas unos meses más tarde, tras la hibernación, la mayoría de las heridas se habían sanado completamente, estaban limpias sin haberles administrado antibióticos.

Ese fue el momento en el que los investigadores pusieron a prueba las habilidades de curación de forma experimental. El equipo realizó pequeñas incisiones en la piel de 14 de estos osos. El resultado, sorprendente, fue que las heridas se habían vuelto a curar con una mínima evidencia de cicatrices. No habían signos de infección ni piel dañada.

Según David Garshelis, uno de los investigadores:

>Es sorprendente para todos nosotros que sus heridas se curen tan bien y por completo cuando están hibernando y mientras su metabolismo se ralentiza. Quizá sea que los animales tienen notables adaptaciones a la hibernación, si son capaces de "dormir" durante seis meses y no perder ningún músculo ni masa ósea, es de suponer que esta curación es otra adaptación.

A partir de aquí se abrirán nuevas líneas de investigación con la esperanza de encontrar qué clase de mecanismo subyace en las habilidades curativas de los osos. Investigación que podría suponer grandes implicaciones en las investigaciones médicas para trasladarlas a la curación en humanos.

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