Contradiciendo las halagüeñas predicciones de Seagate en el último tramo de 2011, la compañía ha confirmado que los efectos de las inundaciones en Tailandia se extenderán también a lo largo de este año. Durante el anuncio de sus resultados fiscales trimestrales, Seagate hacía público que la demanda superaría a la producción en aproximadamente 150 millones de unidades al terminar 2012, lo que contrasta con las estimaciones que el fabricante hacía durante diciembre, que auguraban un aumento en el ritmo de fabricación, recuperando hasta el 80% de capacidad total, reduciendo el hueco entre producción y demanda en gran medida.
Seagate distribuyó durante el pasado año 119 millones de discos duros en total, aunque la demanda superaba los 175 millones, lo que significaba un desfase de 56 millones de unidades, bastante considerable teniendo en cuenta que el desastre comenzó a afectar a la producción en octubre del pasado año, dejando una gran parte del problema para el comienzo de este 2012. Aparentemente, la escasez de unidades ha provocado un cambio en cómo los intermediarios acuerdan la distribución de los discos duros, con contratos más largos que aseguren un precio estable, algunos incluso de más de un año de duración, algo que Seagate no había experimentado con anterioridad.
Pese al impacto en la producción, Seagate ha tenido un trimestre relativamente positivo, distribuyendo 47 millones de discos duros con un beneficio total de 3.200 millones de dólares, un 18% por encima del mismo trimestre del año pasado, mejorando los resultados de otros grandes fabricantes, gracias a que la mayoría de sus fábricas no fueron azotadas directamente por las inundaciones, y la lenta producción ha estado más relacionada con la falta de componentes, por lo que se estimaba, en un principio, una recuperación más ágil.
Desafortunadamente esta escasez prolongada significa que los precios de los discos duros, tanto de Seagate como del resto de fabricantes, seguirán en la zona alta, llegando a alcanzar cifras en el mercado retail que no se recordaban desde hace más de cinco años, dando un salto atrás de gran magnitud y abriendo la puerta a los todavía onerosos SSD. Si esperabais a una rebaja paulatina del precio de estas unidades, quizás sería mejor replantearse esta postura.
Foto: Robert Scoble (FlickR)