El lunes nos despertamos con un esperado cambio en la cúpula de RIM, Mike Lazaridis y Jim Balsillie se marchaban dando paso a Thorsten Heins como nuevo CEO. Heins, en su primera (y estudiada) intervención comentó que su nombramiento no implicaba un terremoto en la estrategia de la compañía y, por tanto, no debían esperarse cambios estructurales; sin embargo, conforme ha ido avanzando la semana, el nuevo CEO de RIM ha concedido un par de entrevistas (a la CNBC y a CrackBerry) en las que ha reconocido que en RIM hay muchas cosas que cambiar.

En sus declaraciones a la CNBC, Thorsten Heins comentó que era duro ver cómo la compañía había ido perdiendo terreno en el mercado estadounidense (por no hablar de la caída del valor de sus acciones):

> Me duele. Me duele ver cómo hemos perdido parte de nuestra cuota de mercado en Estados Unidos. Hubo un cambio de paradigma y no nos adaptamos al cambio. [...] Sé que hemos cometido errores y sé que estoy aquí para luchar [...] Queremos parar esta hemorragia

Heins disipó cualquier duda alrededor de los rumores que apuntaban a una posible adquisición de las acciones de la compañía e hizo especial énfasis alrededor de los puntos fuertes de RIM y el aumento de su base de clientes, pasando de 50 millones a 75 millones en un año. Para Heinz, parte de la nueva estrategia de la compañía debe pasar por conservar su base de clientes y animar a los clientes a que cambien sus terminales por los nuevos modelos que está lanzando la compañía.

Entonces, ¿hay que cambiar las cosas en RIM o no? De las declaraciones ante la CNBC podemos deducir que sí, algo que se confirma con la entrevista que le realizó CrackBerry en la que matizó sus declaraciones iniciales sobre la necesidad, o no, de cambios en la estrategia de la compañía:

> Hay muchas cosas que cambiar, hay muchos cambios que hacer en nuestro software y en nuestra plataforma. No hay nadie que esté quieto en RIM ahora mismo

Una afirmación bastante lógica y que, afortunadamente para la compañía, rompe con la política anterior que afirmaba que el rumbo que se estaba tomando era el correcto aunque al final la estrategia llevase a la compañía a una posición peor que la que tenía. Para Heins, cambiar cosas no implica, para nada, la venta o el cierre de la compañía puesto que RIM posee unos valores diferenciales que pueden hacerle recuperar gran parte del terreno perdido:

> Quiero dejarle claro al mercado que creemos en nuestra fortaleza, somos BlackBerry, somos una solución integrada que abarca hardware, software, servicios y red

Y claro está, con esa visión a 360 grados, queda descartado que RIM abandone el desarrollo de su sistema operativo y adopte la plataforma de un tercero, es decir, Android puesto que, si hicieran eso, no marcarían la diferencia con respecto a otros fabricantes porque sus productos serían "más de lo mismo.

De hecho, sobre sus competidores directos (Android e iOS), Heins reconoció que RIM es consciente de la ventajosa situación que ocupan en el mercado y, además, comentó que la compañía dispone de un área que se dedica a probar los terminales de la competencia (admitiendo, incluso, haber estado utilizando él mismo un iPhone con el objeto de probarlo así como terminales Android y de otros fabricantes) y, de hecho, la histórica falta de iniciativa de RIM ante los movimientos de la competencia no ha pasado desapercibida y es algo que quieren solventar.

Hens también habló sobre BlackBerry Messenger, uno de los servicios estrella de RIM, y del que se suele rumorear sobre los planes de la compañía de abrirlo, bajo licencia, a otras plataformas. El nuevo CEO de RIM comentó que es algo que está sobre la mesa y se está valorando y no se descarta pero, actualmente, no es el foco de la compañía:

> Estoy abierto a licenciar BlackBerry Messenger si, realmente, es un negocio con sentido. No he sido contratado para hacer de RIM una compañía que venda licencias, me contrataron para llevar a BlackBerry a nuevas cotas y eso es lo que pienso hacer con la ayuda de mi equipo

Para el nuevo CEO de RIM está claro que la compañía ha perdido "el balón" varias veces pero cree que la compañía sigue la senda correcta:

> ¿Hemos cometido errores? Sí, lo admito. Es algo que ocurre en el mundo de la tecnología. No estamos horneando galletas, fabricamos productos de alta tecnología.

¿Y en qué se traducirán estos cambios? Si el objetivo es lanzar nuevos productos que mantengan la base de clientes (y la aumenten), el enfoque de la compañía debería estar en el producto, es decir, la estructura de la compañía debe poner al producto y al usuario en el centro y optimizar los recursos para cumplir los objetivos:

> Lo primero es la planificación de recursos: identificar las habilidades de nuestra plantilla, dónde deben estar y cuánta gente, conocer a la gente y asignarla a los distintos equipos de la compañía. En una start-up todo el mundo hace de todo, algo que está bien para ganar velocidad pero no es algo escalable. La única forma de mantener un modelo de start-up es juntar pequeños equipos, asignarles tareas y dotarlos de financiación pero, al final, no se cumplen los objetivos.

Por otro lado, en un mercado tan competitivo como el de la telefonía móvil, un retraso en el lanzamiento de un producto puede ser fatal y, por tanto, hace falta que el equipo que trabaja en el proyecto sea disciplinado, un aspecto del que Henz también habló con CrackBerry:

> Nuestra aproximación era la de cambiar continuamente nuestro producto para que fuese mejor y, por tanto, siempre alterábamos el proceso de desarrollo. [...] Esto no tiene nada que ver con innovar, vamos a innovar y quiero un equipo de gente con la suficiente libertad, medios y presupuesto para innovar. Cuando ellos estén listos y digan "esto está genial", entonces lo transformaremos en un producto cuyas especificaciones no cambiarán

Después de ver las declaraciones de Hens en su primera semana al mando de RIM, creo que su nombramiento ha sido muy acertado puesto que la compañía necesitaba una nueva visión que proviniese de alguien con visión de producto (recordemos que procede del área técnica de la compañía) y que, además, tuviese capacidades de gestión y organización.