Hace algunas semanas les contamos sobre la compra de Zagat por parte de Google. El gigante de los buscadores intentaba darle un impulso a sus servicios de reseña en Google Places, y, además, competir con uno de los servicios más populares entre los usuarios, Yelp. Sin embargo, Google rompió sus propias reglas e ingresó en algo de competencia desleal, modificando los resultados de la búsqueda a través de AdWords.

¿Qué fue exactamente lo que sucedió? Pues, si buscábamos Yelp, nos encontraríamos con un resultado patrocinado (esos que aparecen en amarillo) de... Zagat. Aquellos con un conocimiento mínimo de AdWords sabrán que en Google está terminantemente prohibido "comprar" las palabras que pertenecen al nombre de nuestros competidores, para poder aparecer en los primeros resultados de otras marcas cuando un usuario hiciera una búsqueda. Pero parece que Google tiene permitido romper sus propias reglas.

Google y Yelp, la compañía afectada, vienen teniendo una relación de amor/odio desde hace años. En 2009, Google intentó comprar la comañía, sin éxito, y desde ese entonces las peleas corporativas han comenzado. Por un lado, Google tomó el servicio para incluirlo en su directorio local, pero también Yelp admitió que recibe el 75 por ciento de su tráfico desde Google. Sin embargo, esta relación simbiótica terminará, dadas las intenciones de Google de construir un corpus de reseñas propio a través de la guía Zagat.

Mucho de ese 75 por ciento viene de tráfico orgánico, es decir, de búsquedas realizadas. Imaginemos el duro golpe que recibirá Yelp si esto se vuelve a repetir: no se trata de un acto inocente. Tenemos que pensar con más importancia en el hecho que Google premeditadamente rompió sus propias reglas para obtener un beneficio. ¿Qué pasará ahora?

Esto abre las puertas para que otras compañías también pidan comprar las palabras claves de otra compañía. Imaginemos, por un momento (un ejemplo algo simplista) que Bing compra la palabra "Google". Son cosas que no podemos hacer, y toda la estrategia de marketing de AdWords está basada en esto. Supongo que no podemos ganar un cliente que ya está buscando el nombre de nuestro competidor, pero eso no detiene a Google de hacerlo. Además de sentar un precedente, en términos de marketing, está "jugando sucio".