Cuántas veces nos hemos dicho: "sería genial si este móvil tuviera el procesador de mi portátil, o "si esta cámara pudiera correr juegos de Android por lo bien que muestra los colores". Quizás eres más consciente que yo y pensaste algo más creíble para estos tiempos (aunque no falta demasiado para que suceda), el punto es que en ocasiones se hace entrañable características de un dispositivo en otro que por obvias razones los fabricantes nos las incluyen, sea por el segmento al que están enfocados o por la adaptación del hardware.
Pero como a los modders nos les interesa lo que piensen los fabricantes en cuanto a la manera de enfocar sus productos, siempre tenemos soluciones interesantes para que no se envidie nada. Todo esto viene motivado luego de haber visto lo que a un usuario de Youtube le resultó al fusionar una PSP con el hardware de GameCube, dando vida a Fusion Micro. ¿Cómo lo hizo? La verdad es que no tengo la meno idea pero al ver cómo corren los juegos, se me olvida y sólo siento un hormigueo en los dedos por querer jugar.
Se ve como una PSP normal, pero por dentro cuenta con el alma de una GameCube y todo lo necesario para correr los juegos de la consola que sucedió a Nintendo 64 y abrió las puertas a Wii. Por supuesto, la unidad de discos se quitó como el caparazón, dejando lo necesario para adaptarlo a la pantalla de la consola portátil. Para poder correr los juegos hace uso de una tarjeta SD, pero también es capaz de correr emuladores como SNES.
El resultado no es lo más estético que digamos, pero definitivamente es una alternativa interesante que, de ser posible comercializarlo, no dudaría en adquirirlo por encima de Nintendo 3DS o el mismo PSP mientras Sony libera PS Vita. Claro, previo Ecetia Labs para ver qué tan bueno resultó.
No me parece que es fácil crear un Fusion Micro, se necesita tener conocimiento de hardware y software para lograr lo que esta persona de Youtube nos mostró. Como siempre, con este tipo de creaciones, no nos queda de otra que esperar nuevos detalles de cómo se realizó y esperar a que algún osado se anime.