Durante cuatro días Los Ángeles se convierte en un ir y venir de periodistas ataviados con la pertinente acreditación. La fauna autóctona (el adjetivo no es baladí) ya no se extraña, la feria ha sido parte inherente al calendario de la ciudad por bastantes años ya, así que es normal que algún que otro ejecutivo te pare para preguntarte qué se ha presentado hoy en el Convention Center.
La feria de este año estaba sumida en expectativas nunca coherentes, en unos meses pasamos de no esperar nada a quererlo todo. Grandes títulos exclusivos, posibles nuevas máquinas por parte de quienes ni por asomo estaban dispuestos a mostrarlas... Coinciden todos los medios en que esta Electronic Entertainment Expo nos deja dos buenas impresiones, pero nada más.
Nos referimos por supuesto a PlayStation Vita y Wii U, desafortunados (al entender generalizado) nombres con que Sony y Nintendo han bautizado a sus máquinas. De la primera ya se ha destacado por activa y pasiva el serio rival que se antoja para las 3D portátiles de los de Kyoto, que aunque han mostrado su mejor cara durante el evento, nadie se atreve a asegurar que sus ventas terminen de despegar.
Esos 249€ suponen el puñetazo sobre la mesa de Sony, que dicen los analistas no empezaría a ganar dinero con la consola hasta al menos 2015. Tras probar semejante máquina les doy la razón. Su calidad técnica es inimaginable a día de hoy en cualquier otro dispositivo portátil y eso no debe resultar nada barato que digamos. Así, mientras 3DS ha mostrado un catálogo que empieza a considerarse tan serio como digno (Mario Kart, Super Mario 3DS, Luigi's Mansion 2, Resident Evil Revelations, Metal Gear Solid 3DS...) la otra ha conseguido enamorar de primeras con el que a buen seguro será su lanzamiento estrella, Uncharted: Golden Abbyss.
Los expertos entienden no obstante que Nintendo ha sido la clara vencedora de la feria. Wii U ha sorprendido, que era lo que se pretendía, aunque en un primer momento provocase la notoria confusión del respetable. La propia prensa especializada llegó a dudar unos instantes de si lo que se estaba presentando era un mando adicional para Wii o una máquina completamente nueva. Luego, ya en el stand de la compañía, comprobamos que en efecto Wii U era un nuevo hardware y que la confusión venía dada por su similitud externa con su predecesor.
Probado a fondo el invento, Nintendo convenció con interesantes propuestas jugables. Desde localizar al jugador que sostiene la peculiar tablet (quien puede ver en ésta donde se encuentran los cazadores en todo momento) hasta la espectacular demo técnica de The Legend of Zelda, que nos mostraba un combate entre Link y una araña gigante en unas espectaculares HD traspasables en cualquier momento a las 6.5 pulgadas del dispositivo táctil.
La pregunta ahora es si Nintendo conseguirá que todas las third-party que ya piensan en llevar sus multiplataformas a la consola (esta vez sí) saquen verdadero provecho a las enormes posibilidades que ofrece el mando de Wii U, ya no sólo para títulos casuales, sino como complemento ideal para toda clase de propuestas hardcore.
Así las cosas, Wii U y PS Vita (Nintendo y Sony) son a entender de un servidor las vencedoras del evento, con PSVita llevándose el galardón a mejor hardware casi sin despeinarse, ya que la sucesora de Wii aún tiene que madurar.
En cuanto a grandes juegos, pocas novedades que llamen especialmente la atención. Sony y Microsoft se han centrado en revitalizar sus dispositivos de control por movimiento, con infinidad de propuestas inéditas que en la mayoría de los casos parecen bastante forzadas. De este modo, los grandes nombres han de ser coronados como reyes de la feria. Viejos conocidos que han destacados especialmente por su emotiva espectacularidad (las largas colas que tuvimos que soportar hasta probarlos lo atestiguan): Mass Effect 3, Uncharted 3, Battlefield 3, Gears of War 3, The Elder Scrolls: SKYRIM, Modern Warfare 3, Bioshock Infinite, Metro Last Light, Tomb Raider y Assassin's Creed Revelations fueron los imprescindibles. Todos y cada uno de ellos pintan de auténticas obras maestras, así que más nos vale ir ahorrando.
Ahora sólo nos queda mirar al futuro y preguntarnos qué nos deparará el E3 de 2012, si PlayStation 3 y Xbox 360 verán anunciadas a sus sucesoras o por el contrario la generación actual sorprenderá rizando el rizo gráfico y jugable cuando todos empiezan ya a acusar su cansancio.
Por lo que a esta edición respecta, se intuye en cambio en los roles de dominancia corporativa: Nintendo podría decaer en su liderato, equilibrándose aún más la balanza no sólo de sobremesa, sino también portátil.
¿Lo de balsámico? Esta edición ha resultado el bálsamo con que Nintendo, Sony y Microsoft han intentado combatir el desencanto, la desconfianza y el vacío en que se veían sumidas. El tiempo dirá si lo han conseguido o no.
Fotografía: Jorge Palanca