Puede que sea por el dichoso cambio climático (el natural, no el orquestado por los intereses de las empresas y los gobiernos) pero lo cierto es que cada año que pasa la primavera y el otoño tienen menor peso específico y pasamos casi radicalmente del caluroso verano al frío invierno, al menos aquí en España. ¿Cómo podemos sacar lo mejor de las estaciones frías? Vamos a verlo.

Antes de nada os voy a sugerir un bonito proyecto que podéis ir planteando cara al nuevo año y que no solo es sencillo de llevar a cabo sino que su resultado puede ser muy bueno. Vamos a aprovecharnos del ciclo climático para elegir un paisaje que puede ser desde un árbol (o más), una roca, una vista panorámica...lo que queramos y vamos a realizar una sola fotografía por cada estación. Una fotografía en primavera cuando empiezan a colorearse los campos verdes, otra en verano cuando la dureza del Sol aplasta los paisajes, otra en otoño coincidiendo con la explosión roja, naranja y amarilla tan típica de las fechas en las que nos encontramos por estos lares y acabaremos con una en pleno invierno. Cuando tengamos las 4 fotografías, disparadas desde el mismo sitio, con el mismo encuadre podremos contemplar cómo afecta el clima al entorno y montarlas juntas para colgarlas en el salón de casa.

Aquí en España el otoño se está presentando frío y lluvioso pero no vamos a detenernos en él porque hace poco que os mostramos varias fotografías de tonos otoñales con sus respectivos consejos e incluso tenéis las claves para aprovechar la lluvia, típica de las fechas.

Nieve

El invierno y gran parte del otoño tienen en común una cosa: la nieve se convierte en la gran protagonista de las fotografías. Conseguir buenas fotografías de nieve puede resultar complicado porque se necesita mucha fuerza de voluntad para salir temprano y soportar el frío, ese será uno de los grandes problemas a los que nos enfrentaremos, pero no el único:

* Protégete. Primero debemos protegernos nosotros del frío con ropa adecuada, sería una cuestión de sentido común pero no está de más recordarla. Pensad que cuando salgamos a fotografiar con nieve el calzado va a ser fundamental, no será la primera vez que veo una cámara destrozada por un desafortunado resbalón a causa del hielo (ya no parece tanta tontería, ¿eh?)

* Protege la cámara. Una vez que nosotros estamos a salvo de las inclemencias meteorológicas necesitamos proteger el equipo porque puede ser que nos nieve o nos llueva durante la sesión o se nos caiga la cámara a la nieve. Si nuestro equipo no está sellado como los profesionales deberemos prestar especial atención a este aspecto y usar protecciones de plástico (desde una bolsa de una tienda hasta fundas especializadas), hay incluso bolsas para la cámara que están preparadas para disparar sin necesidad de sacar la cámara. Otra cosa que no deberíamos ignorar es que con el frío la duración de las baterías puede verse mermada así que tendremos que llevar la batería de la cámara y el flash bien cargadas y si tenemos otras de repuesto pues a la bolsa también.

Vistas las consideraciones previas, los consejos no varían mucho con respecto a otro tipo de fotografía. Prestaremos atención, por la mañana, a las formas que durante la noche ha creado el agua y la nieve, subiremos a los lugares más altos de las ciudades para fotografiar panorámicas de los tejados nevados o nos fijaremos en los animales que beben en los pequeños charcos o buscan comida entre la nieve. También obtendremos bellas fotografías si buscamos el contraste que nos pueden ofrecer algunas flores sobre el manto blanco o incluso bajar la velocidad y captar una nevada. El límite lo pone vuestra imaginación.

Tendremos que tener un especial cuidado con la exposición pues ya comentamos que la cámara puede subexponer la toma, obligándonos a compensar tal como os explicamos. En la mochila no deberían faltarnos tampoco el flash para compensar la exposición si optamos por disparar a animales en la nieve o filtros degradados y de densidad neutra para que, entre otras cosas, el cielo no se nos convierta en un problema.

Y para que no se nos molesten los lectores que ahora mismo están disfrutando de la primavera, a punto de entrar en el verano, ahí va un pequeño guiño:

Es la época más adecuada para que os iniciéis en la fotografía macro, la excusa perfecta para comprar una lente nueva y practicar. En cuanto los campos comienzan a florecer se llenan de colores y aparecen pequeños insectos que pueden dar mucho juego en la fotografía macro de flores. Lo mejor será acercarse mucho, usando un trípode si es necesario y jugar con unas aperturas grandes para logar fondos desenfocados espectaculares.

Foto: Atle Brunvoll & zophonias & doug88888

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