Parece mentira que con lo decepcionantes que hasta ahora los lanzamientos de las versiones anteriores de Internet Explorer 9, Microsoft haya conseguido crear un ambiente de expectación ante la nueva versión que han presentado hoy. Tradicionalmente, dentro del mundo de los navegadores, Internet Explorer ha sido siempre el patito feo, el navegador que mantenía su posición de liderato únicamente por venir preinstalado con Windows y que sólo lo usaban aquellos que no saben ni siquiera que puedes elegir entre varios programas para navegar por internet. Hablo del patito feo y hablo de los usuarios con un perfil más bien bajo porque son justo dos de los objetivos principales a los que Microsoft ha apuntado con la novena versión de Internet Explorer.
Para empezar, es muy bonito, jamás pensé que diría esto pero basta echarle un vistazo a algunas de las capturas de pantalla para darse cuenta de que al menos en lo que al apartado visual respecta, la gente de Redmond ha hecho un trabajo excelente. Me gusta la disposición de las pestañas (aunque de nuevo aquí Microsoft vuelve a seguir la estela de otros, en este caso de Google Chrome y me gusta mucho también la manera en la que muestra el favicon, sobre todo el tamaño, ayuda a darle identidad al sitio que estamos visitando. Las flechas para avanzar o retroceder en el historial cambian de color según la página, otro detalle notable y que ya habíamos podido ver en la barra inferior de Windows 7, donde si pasas el cursor por encima de una aplicación abierta, el recuadro se ilumina según los colores del icono del programa.
Y como decía otro de los grandes intentos de Microsoft ha sido dirigirse a ese usuario con un nivel técnico bajo, una jugada bastante lógica ya que la mayor parte de sus usuarios se adecuan a ese perfil, cualquier otro usuario un poco más geek o con conocimientos más avanzados se cambiará (normalmente) a Firefox, Chrome u Opera. La idea ha sido simplificar la interfaz al máximo (algo que creo que han conseguido) y que el usuario aproveche características propias de Windows 7 como Aero Snap (algo que creo que no, el uso de esta función es a mi parecer muy minoritario). También se ha incorporado la posibilidad de anclar pestañas a la barra de tareas para tratarlas como si fuesen aplicaciones independientes, así puede accederse a ellas de manera más cómoda.
También incluye soporte para HTML5 y han ampliado la compatibilidad con más estándares web. Donde de momento Internet Explorer 9 sí que ha pegado fuerte a la competencia ha sido en la aceleración por GPU, una característica que ya comentamos que incluiría Google Chrome, que se espera también para Firefox y que ayuda a cargar las páginas muchísimo más rápido. En las pruebas realizadas por Microsoft para comprobar la velocidad, Internet Explorer 9, ganaba con bastante diferencia a cualquier de sus competidores, veremos si cuando estos saquen sus respectivas versiones con aceleración gráfica puede seguir manteniendo esa posición.
En resumen, he quedao gratamente sorprendido con el as de la manga que Microsoft ha sacado justo cuando menos lo esperaba. De momento he descargado la Beta y voy a darle una oportunidad durante unos días, sé que inevitablemente volveré a mi querido Google Chrome pero quiero comprobar de primera mano si Internet Explorer 9 es tan bueno como promete, tan rápido como parece y si no es sólo una fachada bonita que en el fondo esconde los mismos defectos de siempre ¿Habrá conseguido Microsoft hacer las cosas bien con la novena versión? El tiempo lo dirá.