Hace poco me comentaba un amigo que su jefe le había comentado que creía que debían tener presencia en las redes sociales, pero no en Facebook o Twitter, si no creando su propia red social. ¿Crear nuestra propia red social?, ¿tiene sentido?. Teniendo en cuenta que se cifra en 940 millones el número de usuarios de redes sociales en el mundo, y que Facebook y MySpace acaparan la mayor parte de los usuarios, parece que plantear una estrategia de presencia en redes sociales mediante el desarrollo e implementación de una red propia parece abocada al fracaso, casi un acto kamikaze.

La gran mayoría de personas y empresas tienen presencia en Facebook y Twitter, pero ¿se pueden estrechar aún más los lazos con nuestros usuarios? ¿podemos seguir construyendo nuestras relaciones y consolidarlas aún más?. Pues, según algunas corrientes que están surgiendo, la respuesta es que sí se puede saltar a un siguiente nivel, el de las redes sociales propias y orientadas a una temática concreta.

Cuando se construye la estrategia de posicionamiento de una marca o un producto en Facebook o Twitter, realmente, estamos llevando nuestro producto a la red de otra persona, con unas reglas de juego ya fijadas y que tenemos que seguir, por ejemplo, con respecto a imagen corporativa. Sin embargo, con una red social propia tenemos total libertad, tanta como en nuestra página web corporativa, para utilizar los recursos que queramos, aplicar al diseño nuestra imagen personal, etc.

Las ventajas de este modelo podríamos resumirlas en los siguientes aspectos:

* Total libertad para personalizar la url a algo que sea amigable y fácil de recordar por nuestro público objetivo, frente al galimatías que se concatena a la url de una red social de corte generalista, como Facebook.

* Trazabilidad completa de las visitas a nuestro sitio web con la posibilidad de personalizar el sistema de estadísticas para obtener los datos que requiramos en cualquier momento. Somos los dueños absolutos de los datos que publicamos y que recabamos de nuestras visitas.

* Control absoluto sobre la publicidad (anuncios y anunciantes), lo cual nos permite determinar la publicidad que aparecerá, cómo aparece y dónde. Además, el uso de publicidad nos permitirá obtener una fuente de ingresos extra.

* Una red social temática permite formar grupos con una base de intereses comunes que nos permitirá interacturar con los usuarios, como potenciales clientes de nuestro producto.

Lógicamente, esta evolución no debe significar un cierre al exterior, todo lo contrario, una comunidad propia debe dejar una puerta abierta a la interacción con redes sociales de carácter más generalista, como Facebook o Twitter, permitiendo la interacción y el acceso a ellas. Además, nuestros perfiles, en estas redes sociales generales, debemos reconvertirlas a atractores de usuarios a nuestra red social personalizada; serán conductores de tráfico hacia nuesta comunidad.

Si ya tienes presencia en redes sociales y ésta es consolidada, quizás tu siguiente paso sea el de dar el salto y crear tu propia comunidad o red social orientada a esa temática que te permitió tener un nutrido grupo de seguidores en Facebook o Twitter. Construyamos unos cimientos sólidos y captemos la atención, de nuestros fururos usuarios, en nosotros, ese será el momento de plantearse el salto y generar nuestra proia red social.

Vía: Social Media Today | Foto: Digital Design Advice

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