En algún punto del Océano Pacífico Norte, entre las coordenadas 135° a 155°O y 35° a 42°N (es decir, entre San Francisco y Hawaii) flota una masa de residuos que abarca el doble del área del estado de Texas. Ahí, enmedio de los mares, emerge el Gran Parche de Basura del Pacífico, un basurero oceánico compuesto de desechos plásticos que han sido atrapados por las corrientes del Pacífico Norte.

El Gran Parche de Basura del Pacífico es una especie de isla fantasma. Debido a su composición, este coloso de basura es difícil de captar por las fotografías satelitales, y su ubicación es imposible de determinar con exactitud porque es imposible localizarlo con radares. Conocido coloquialmente como la sopa de plástico o el séptimo continente, ha atraído la atención de la Netherlands Architecture Fund, que tiene la idea de crear un paraíso verde en este lote de basura flotante.

La Isla Reciclaje (¡qué originales!) es el sueño de cualquier activista ecológico. El proyecto no sólo se trata de adaptar al Gran Parche de Basura del Pacífico para que se pueda vivir en él, sino que el plan es establecer una pequeña nación --- con sus propias leyes, bandera, y demás --- que sea completamente sustentable en cuestiones alimenticias y energéticas. Bajo esta premisa, la Isla Reciclaje tendría casi 10,000 kilómetros cuatrados de extensión, casi lo mismo que la isla principal de Hawaii.

¿Una locura? Ni tanto. La energía se obtendría a través de paneles solares o fuentes eólicas. Se cultivarían algas para obtener fertilizantes, comida, alimento para piscicultura, biocombustible, captura de CO2 y medicinas. Otras sustancias químicas, como el amoniaco, el nitrato o el fosfato podrías sacarse del agua en el lote de desperdicios. Por ahora, el proyecto aún está en una fase de planeación, y aunque ahora parece una completa utopía, a un futuro no tan lejado podríamos tener una nueva Atlántida a flote. ¡Que alguien llame a Kevin Costner!