En una nota de prensa publicada hace unos minutos Apple al fin ha reconocido que se equivocó al diseñar la antena. Pero en contra de lo que muchos podrían pensar, no cree que el error se deba a un mal diseño del hardware del dispositivo sino a un simple fallo de programación.
Para empezar, Apple vuelve a recordar que la modificación de cobertura de los smartphones cuando se agarran con la mano es algo que afecta a todos los móviles y no sólo a la marca de Cupertino, entre estos menciona a los Droids, y a los teléfonos de RIM y Nokia. Además, mencionan que muchos compradores han notado incluso una mejora de este asunto con respecto al 3GS.
A pesar de ello, tal como expresan en la nota, han encontrado un fallo que magnifica dicha anomalía. Todo el problema viene originado en una fórmula errónea para calcular las barras de cobertura que se muestran al usuario en la parte superior de la pantalla del teléfono. De ese modo, al parecer, el teléfono muestra dos barras más de las que debería mostrar, engañando al comprador. Quien percibe un descenso pronunciado de cobertura cuando tan sólo debería de afectar a uno o dos barras.
La solución, como os podéis imaginar, vendrá con una actualización que se liberará en una semanas y que hará también más grandes las barras más pequeñas, para hacerlas más perceptibles al usuario dejando así el problema definitivamente zanjado.
La pregunta ahora es, ¿creemos su historia o no? Sin duda, que este paso supone un gran adelanto en la situación, pero, dado que esta historia ha dado pie a tantos comentarios chistosos, seguro que a nuestros lectores ya se les están ocurriendo otros tantos: un algoritmo que diga que hay baja cobertura siempre, una forma de engañar al usuario mediante las barras.
Por supuesto, sabiendo que se expone a una investigación por el escándalo generado, no tendría sentido que Apple se la jugase así, de modo que es mejor darles un voto de confianza. De todos modos, si alguno de los compradores de iPhone 4 estuviera muy descontento con su compra, la nota permite una devolución en el plazo de 30 días desde la adquisición y siempre que el teléfono esté en perfecto estado.
Imagen: VladyCid