A veces me sigue sorprendiendo lo tremendamente en serio que se toma la gente el tema de la electrónica de consumo, se me escapa que alguien pueda insultar a otro por decir que le gusta el iPad, el Kin One o cualquier cacharro, que otros se ofendan por utilizar justamente esa palabra para denominar X producto, o que se llegue incluso a intentar minar la credibilidad de un medio por el simple hecho de que algunos de sus redactores sean afines a una marca (por las razones que sean y ninguna relacionada con dinero).

Sinceramente creo que hay que tomarse las cosas con más humor a nivel general y mucho más si hablamos de electrónica de consumo. No crisparse, opinar con sosiego, no insultar, y aplicar todo ese resto de cosas en la línea de las apuntas que son imprescindibles y todo el mundo conoce de sobra.

Y para bajar el nivel de crispación en torno a uno de los cacharros que más pasiones (negativas y positivas) ha levantado en las últimas semanas, el iPad, es este post al que le acompaña una simpática imagen autoría de Mark Frauenfelder, uno de los fundadores de la mítica publicación Boing Boing que derrocha humor por todos sus poros (menos cuando escribe sobre ACTA, normal). Yo he llamado al invento el “móvil-elefante-retro-ipad”, pero hay otras muchas variantes posibles. Quedan como siempre los comentarios abiertos.

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