Seguro que os ha pasado alguna vez lo siguiente: estáis delante de un aparato del que desconocéis su utilidad y os preguntáis para qué se habrá construido, en un primer momento no dejáis de mirarlo y haceros preguntas para luego pasar a tocarlo y experimentar con él. Algo parecido ha sido mi experiencia personal con Launchpad, la nueva característica de Lion.

En un principio pensé en lo hermosa que era la idea de tomar prestado una organización de apps al estilo iOS, quizás sea el máximo exponente de esta mezcla de sistemas. A las pocas horas en cambio ya me estaba olvidando de su existencia, y cuando lo activaba lo miraba con desconfianza como si no fuese capaz de adivinar las razones por las que los ingenieros de Apple habían decidido incluir tal engendro en Lion, y me pregunté ¿lo estarán utilizando los demás usuarios?

Felizmente han pasado varios días desde ese momento y acabé dándole a Launchpad una oportunidad, no puedo estar más contento de aquella decisión, es por eso que nos hemos decidido a confeccionar este post de análisis a fondo de la nueva función añadida a OS X Lion para que todos podamos plantearnos desde todas las perspectivas posibles si Launchpad está hecho para nosotros o no.

Definiendo Launchpad

La herramienta Launchpad no es más que un lanzador de aplicaciones donde cada una de las apps instaladas en nuestro Mac se nos presentará formando parte de una retícula a pantalla completa que ocupará varias páginas, tantas como necesite hasta completar el número completo de apps del ordenador. Para acceder a Launchpad tenemos tres métodos:

* Con un gesto multitouch desde el Magic Mouse o el Magic Trackpad: tres dedos que se juntan al pulgar.
Desde el icono en el Dock (si no lo hemos quitado de este lugar)
Desde alguna de las esquinas activas configurables en las Preferencias del Sistema, dentro del apartado Mission Control, desde el acceso disponible abajo a la izquierda con este nombre

En mi MacBook por ejemplo, que no posee trackpad multitouch, lo he eliminado del dock porque no me gustaba que apareciese ahí y accedo a él desde la esquina superior derecha moviendo el cursor hasta ese lugar. Una vez abierto el Launchpad, nos moveremos entre páginas desplazando el cursor hacia los lados o usando el gesto de dos desos que se mueven a derecha o izquierda. Cuando encontremos la app deseada, un solo clic sobre ella la abrirá.

Si hemos manejado un iPhone o iPad alguna vez, o si somos poseedores de uno de estos dispositivos, el concepto nos sonará muy familiar pues son las pantallas de inicio de iOS. Cuando en un gadget móvil de la manzana queremos abrir una aplicación tenemos dos opciones, una es el uso de Spotlight a la izquierda de las pantallas de inicio, otro es buscar visualmente la aplicación entre todas las mostradas por las diferentes páginas existentes.

Funcionamiento de Launchpad

Dejemos la teoría y pasemos a la acción. Cuando instalamos Lion, el sistema se encarga de recopilar todas las aplicaciones que hay en la carpeta Aplicaciones y estas serán las que se incluyan en Launchpad. A partir de ese momento, cada vez que añadamos una nueva aplicación a la carpeta Aplicaciones se añadirá automáticamente a Launchpad. De hecho, si la app es instalada desde el Mac App Store veremos que ahora ya no se añade al dock como antes sucedía en Snow Leopard sino que nos aparecerá Launchpad con la barra de progreso de la instalación en la aplicación de forma semejante a la que se muestra en iOS.

Por supuesto, la ordenación de apps que se sigue en Launchpad no es rígida, la podemos modificar a nuestro antojo. De nuevo los mismos procesos que en iOS, si hacemos clic sobre cualquiera de estos iconos y lo mantenemos pulsado arrastramos la app a cualquier otro lugar de la página o a cualquiera de las páginas contiguas.

Además, siguiendo la filosofía del sistema móvil, se pueden agrupar las aplicaciones por carpetas. Para hacerlo necesitamos arrastrar un icono sobre otro para que se convierta en un cuadrado gris oscuro que pasa a ser la carpeta. Después podemos seguir añadiendo apps a cada carpeta creada arrastrando y soltando dentro de esta hasta un máximo de 32 (al menos en mi Mac). Estas carpetas pueden ser nombradas a nuestro gusto pues la etiqueta es editable.

La eliminación de aplicaciones también está permitida en Launchpad aunque con algunas restricciones. Si dejamos pulsada cualquier app unos pocos segundos la entera herramienta nos entrará en modo edición con todos los iconos temblando ante nuestros ojos. Junto a algunos de los iconos aparecerá un símbolo de X indicando que la aplicación puede ser borrada de Launchpad (no pudiendo ser borradas las nativas de OS X como Photo Booth o Dahboard).

Ojo con esto, pues el borrado no solo afecta a la herramienta lanzadora sino a todo el sistema. Tal como en iOS si borramos una aplicación en Launchpad desaparecerá del sistema por completo y además sin pasar por la papelera. Como seguramente sabréis ya, las aplicaciones que se pueden eliminar de Launchpad solo son aquellas que han sido descargadas desde el Mac App Store. No puedo entender esta decisión sino por un solo motivo: Apple sabe que siempre podremos volver a instalar la aplicación borrada de manera sencilla y sin cargo adicional desde la tienda online, pero no puede asegurar lo mismo con cualquier otra aplicación ajena.

Sacando jugo a esta nueva herramienta, trucos y consejos

Aquí es donde llega la parte más importante de este post. Como os decía al principio, Launchpad no me atrajo al comienzo de usar Lion, salvo los primeros minutos llenos de sorpresas tras actualizar, poco después ya no sabía muy bien cómo encajar su uso en mis hábitos diarios hasta que me di cuenta de que debía llevar la semejanza con iOS hasta el último término.

Este es nuestro consejo: nunca sacaremos partido a Launchpad si no le dedicamos quince minutos a ordenarlo y agruparlo en una configuración que nos sea realmente útil. Recordemos que estamos hablando de un lanzador de aplicaciones. Como tal de nada servirá si vamos a tardar cinco minutos en encontrar la app que queremos abrir, hay que tener todas las apps a mano de forma que sean visualmente reconocibles con rapidez entre una multitud de iconos.

Es como en el iPhone o el iPad, no podemos tener todas las apps en las pantallas de inicio sin seguir un criterio, si no la búsqueda de cualquier app sería desquiciante. Conviene agrupar según usos y preferencias:

Aplicaciones del mismo tipo en las mismas pantallas (una para aplicaciones nativas, otra para aplicaciones de terceros, otra para aplicaciones muy poco usadas...)
Aplicaciones con utilidad similar en las mismas carpetas (ej. fotografías, productividad...)

Siguiendo este método de ordenación de pocas pantallas y agrupación por carpetas veremos que Launchpad adquirirá un nuevo concepto para nosotros, volviéndose mucho más atrayente. Prestemos especial atención a lo que se ha colocado entre paréntesis en el primer punto, "otra para aplicaciones poco usadas", como decíamos antes el problema real de Launchpad es que las apps que muestra se corresponden con las que hay y esto puede ser un enorme inconveniente pues añade multitud de iconos que quizás usamos una vez al año, para esos es mejor guardar una última pantalla que será consultada muy pocas veces y que no tendrá prioridad.

Algunos han usado medidas un poco más enrevesadas como puede ser sacar esas aplicaciones menos utilizadas de la carpeta Aplicaciones e introducirlas en una nueva carpeta del disco de almacenamiento, pero este método no lo recomiendo pues fácilmente nos podríamos olvidar de la existencia de esa carpeta al realizar una copia de seguridad, perdiendo gran cantidad de apps importantes. Otros han recurrido a introducir nuevas configuraciones en el Terminal pero no es una solución apta para usuarios con conocimientos medios de OS X.

Lo mejor es seguir ese paso, colocar las menos usadas al final, de este modo tendremos una pantalla de apps nativas que solemos utilizar ordenadas por carpetas, otra de apps de terceros que solemos utilizar ordenadas por carpetas y por último una o varias pantallas de aplicaciones que no necesitamos muy a menudo.

Si os fijáis aquí es donde se nota la diferencia con respecto a Spotlight, Alfred, QuickSilver, QSB o cualquier otro lanzador. Por mucho que algunos se empeñen en defender esos programas como una solución mejor que Launchpad. Con cualquiera de ellos habrá que introducir diversas teclas en la computadora: la combinación para activarla y luego los primeros caracteres de la app para invocarla... nada de eso es necesario con Launchpad con dos o tres gestos estará la aplicación lanzada y dispuesta a servirnos, mucho más rápido y más elegante que cualquier otro sistema.

De modo que sí, ha llegado el momento de dar a Launchpad una oportunidad, ya nos contaréis vuestras impresiones.

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