Antes de que su rastro se esfumara en las soleadas llanuras de Chihuahua, hacia finales de 1913, mientras seguía al ejército revolucionario de Pancho Villa como observador, el escritor Ambrose Bierce dejó una de esas frases redondas que hoy decoran los márgenes de las agendas o se ocultan enrolladas en el interior de galletas de […]