Muchos de los refrescos que consumimos día a día nacieron como fármacos. O incluso fueron prohibidos por su contenido en sustancias que podrían considerarse fármacos. Es justamente el caso del 7Up. Recientemente, la farmacéutica conocida en redes sociales como InFARMArte ha hablado de ello en un vídeo de TikTok del que se están haciendo eco varios medios de comunicación. Y no es para menos, pues la relación histórica entre esta bebida y el trastorno bipolar es de lo más curiosa. Pista: Tiene que ver con el litio, pero la historia va mucho más allá. 

La realidad es que el 7Up, inicialmente conocido como Bib-Label Lithiated Lemon-Lime Soda, no nació para tratar el trastorno bipolar. De hecho, nunca se ha utilizado para tal cosa. Sí que se desarrolló para el tratamiento de la resaca, pues se pensaba que ayudaba a reducir los efectos perjudiciales del exceso de alcohol. De hecho, en su primera etiqueta, en 1927, rezaban las palabras “Wake up” o, en español, “¡Levanta!”. Supuestamente, si después de unas copas de más no te levantaba esa bebida de nombre endiablado, nadie lo haría.

Lógicamente, la dificultad para recordar su nombre no tenía muy buen márketing. Por eso, en 1936 se cambió al 7Up que todos conocemos. Pero, en realidad, fue en 1949 cuando se descubrió su curiosa relación con el trastorno bipolar.

La historia del litio y el trastorno bipolar

En el pasado, lo que hoy se conoce como trastorno bipolar recibía el nombre de psicosis maníaco depresiva. Era así porque los pacientes alternaban un estado de gran euforia con otros de profunda depresión de forma imprevisible. En un artículo de BBC en el que también se habla del 7Up se cuenta el caso de Mr G., una persona que en 1968 se encontraba ingresada un psiquiátrico por pasar periodos de depresión, con pensamientos suicidas, y momentos de euforia en los que su mayor interés era conocer al presidente del gobierno de su país. 

Como él, muchos pacientes se encontraban en esos sanatorios, en los que por aquel entonces ya se estaban empezando a usar algunos fármacos. En décadas anteriores, sin embargo, lo normal era recurrir a electrochoques y lobotomías. Mr G. logró tener una vida totalmente normal cuando se probó con él el litio. Este psicofármaco se había descubierto en 1949, pero aún no estaba muy extendido, por eso sus médicos tardaron en recurrir a él. 

John Cade
John Cade. Crédito: Australian Information Service

La cuestión es que cuando se hizo dicho hallazgo en 1949, su descubridor no fue tomado muy en serio. Era un John Cade, un joven médico, veterano de la Segunda Guerra Mundial. Trabajaba como psiquiatra en un hospital de Melbourne, en Australia, pero su pasión no era solo tratar a pacientes. También abogaba continuamente por la importancia de la investigación. Por eso, dado que no se puso ningún laboratorio a su disposición, montó el suyo propio en la cocina del hospital.

Ensayos en la cocina

Allí, Cade decidió probar algunos candidatos a fármacos en cobayas. Estaba muy interesado en la psicosis maníaco depresiva. No era normal recurrir a fármacos para tratarla, pero él creía que era posible. Tenía esa hipótesis gracias a lo que aprendió leyendo estudios sobre la gota. Esta enfermedad, debida a una acumulación de ácido úrico en sangre, producía a veces síntomas maníacos. Cade sabía que algunos médicos habían logrado disminuir los niveles de ácido úrico mediante el tratamiento con sales de litio, como el citrato de litio. Por eso, pensó que, quizás, podría servir contra lo que más tarde se conocería como trastorno bipolar.

Las inyecciones en cobayas mejoraron mucho su estado de ánimo. Pero, como bien sabemos hoy en día, que algo funcione en animales de laboratorio no quiere decir que también lo vaya a hacer en humanos. Por eso, aunque en un momento no se le tomaba muy en serio, logró hacer pruebas en pacientes con dicho trastorno, obteniendo muy buenos resultados.

¿Qué tiene que ver el 7Up?

Gracias a la investigación de John Cade sabemos que el litio es útil para tratar el trastorno bipolar. Sin embargo, lo que no comprobó en sus ensayos fue la dosis adecuada. Se comenzó a administrar esta sustancia a los pacientes sin ningún tipo de control de dosis, por lo que poco a poco empezaron a darse muchos casos de intoxicación. Los efectos secundarios eran muy graves.

Por eso, en algunos países comenzó a prohibirse directamente su uso. Lo más curioso es que no solo se prohibió como fármaco. También se retiró del mercado el 7Up. 

7up
El 7Up actual ya no lleva litio. Crédito: Freepik

Pero estas prohibiciones no fueron para siempre. Otros investigaciones siguieron analizando la dosis idónea para producir beneficios sin desarrollar efectos secundarios o que, al menos, estos fuesen improbables. Actualmente se sigue empleando para el tratamiento del trastorno bipolar, aunque no tanto como antes.

Donde ya no se encuentra es en el 7Up, donde en vez de citrato de litio ahora se utiliza citrato de sodio. ¿Significa esto que ya no es bueno para nuestro estado de ánimo? La verdad es que nunca lo fue. Las dosis no eran suficientes.