Llega a los cines Capitán América: Brave New World. La cuarta entrega del héroe de barras y estrellas cambia por primera vez de protagonista. El Steve Rogers de Chris Evans le cedió el escudo al Sam Wilson de Anthony Mackie al final de Avengers: Endgame. Ahora, tras protagonizar Falcon y el Soldado de Invierno, el personaje asume al fin su primer largometraje. Una cinta en la que el mayor atractivo, sin embargo, radica en el fichaje de Harrison Ford como el nuevo presidente Thunderbolt Ross, que se convertirá en el bestial Red Hulk.

La trama de Capitán América: Brave New World presenta a Sam Wilson como el nuevo Capitán América. Tras reunirse con el recién elegido presidente de Estados Unidos Thaddeus Ross, Sam se encuentra en medio de un incidente internacional qu epuede derivar en una guerra sin precedentes. Debe descubrir la razón detrás de un perverso complot global antes de que el verdadero cerebro de la operación tenga al mundo entero viendo rojo.

Capitán América: Brave New World

Sam Wilson asume el legado de Steve Rogers en una película carente de originalidad, replicando la estructura de Capitán América: El Soldado de Invierno con mucha menos gracia. Ofrece buenas dosis de acción pero las debilidades de su guion, que desaprovecha el potencial, diezman por completo sus puntos fuertes.

Puntuación: 3 de 5.

El espíritu de Capitán América: El Soldado de Invierno

La producción de Capitán América: Brave New World no ha sido sencilla. Parones, reescrituras, reshoots... Pero finalmente, dos largos años después, Marvel ya tiene lista la película. Y lo que se evidencia desde el primer minuto es su enorme parecido con Capitán América: El Soldado de Invierno. Lejos de embarcarse en una nueva aventura de grandes dimensiones con el destino del multiverso y el cosmos en juego, la compañía opta por ofrecer un tenso y serio thriller de espías.

Capitán América: Brave New World

La decisión es lógica. Capitán América: El Soldado de Invierno supuso un antes y un después en el UCM. Aún hoy muchos la consideran como una de las grandes película de la franquicia. Por eso, para presentar al nuevo héroe de barras y estrellas, han decidido abrazar lo ya conocido y utilizar aquellas normas de juego que tan eficaces demostraron ser. Todo muy coherente, de hecho, con la particularidad de que Sam Wilson, a diferencia de Steve Rogers, ni siquiera tiene superpoderes, solo es un tipo normal, bien entrenado y con un traje muy chulo.

Tan parecida quiere ser a dicha cinta que incluso replica las mismas estructuras, elementos y tramas. Una infiltración criminal en el sistema, una leyenda de Hollywood en el reparto, mismo arquetipo de personajes y modus operandi tanto en el bando de los héroes como de los villanos... Pero por mucho que Capitán América: Brave New World sea la heredera de ese espíritu de thriller de espías, no alcanza ni de lejos las mismas cotas de excelencia. Todo se queda en una recreación, una copia que funciona porque la fórmula es buena pero que no trasciende como sí hacía aquella.

No tan buen guion

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La culpa de esa falta de brillo no solo viene por la sensación de estar viendo una historia conocida y predecible. Es que hay aspectos del guion que patinan. Aunque el filme intenta dejarlo todo bien atado, no es redondo, hay inconsistencias. Es lo habitual en cualquier película que pretende ser más lista que sus propios personajes. Además, los dramas internos del protagonista de Capitán América: Brave New World no dejan de ser exactamente los mismos que ya vimos a lo largo de los seis episodios de Falcon y el Soldado de Invierno.

"No eres Steve Rogers", le llega a decir Ross, recordándonos lo que ya habíamos visto y, creíamos erróneamente, superado. No hay desarrollo alguno en Sam. Capitán América: Brave New World no es un naufragio, pero sí que deja algunos puntos a deber. Además, se nota la tijera y los reshoots, porque determinadas subtramas o personajes secundarios ganan y pierden peso aleatoriamente a medida que avanza la cinta. Por ejemplo, ninguno de los villanos está lo suficientemente bien aprovechado.

A tiros y sin malos

Capitán América: Brave New World

Especialmente doloroso es el caso de Giancarlo Esposito. Fichaje anunciado a bombo y platillo que en Capitán América: Brave New World acaba reducido a un par de escenas de acción. El regreso de Tim Blake Nelson al UCM sí es algo más interesante, aunque las limitaciones del propio personaje le impedirán acceder a ese panteón de grandes malos de Marvel. Y ese es el gran problema de la película. Es una historia oscura e intrigante, pero deja siempre un regusto de quedarse pequeña para un personaje tan vital para la franquicia como es el Capitán América.

Para contrarrestar, lo que sí es muy de celebrar es la acción de la película. Capitán América: Brave New World está plagada de peleas, persecuciones y vuelos a alta velocidad. La adrenalina de la película está por las nubes de principio a fin y hace que no resulte nada aburrida. A su favor cuenta con un sorprendentemente buen diseño de coreografías, con planos largos y explícitos y un divertido clímax. Además, aprovechan con muy buen gusto las posibilidades que ofrece ese traje de Capitán América con escudo y enormes alas de vibranium. Nada que objetar a este respecto más á dalle un montaje, por momentos, caótico.

CAPITÁN AMÉRICA: BRAVE NEW WORLD

Harrison Ford se roba el show

Por último, no podemos acabar sin hablar de Harrison Ford. Capitán América: Brave New World es la presentación de Anthony Mackie como el Capitán América. Pero aunque sea un personaje querido, que cae bien y con el que es fácil empatizar, no tiene el carisma de Chris Evans. Cumple, lo da todo y tiene grandes momentos. Pero no tiene ese punch extra que le eleve, que hipnotice a los espectadores con su épica presencia. Por tanto, la película le da todo el espacio para brillar al veterano actor de Indiana Jones.

Ford tiene mucho más protagonismo del que a priori podría intuirse en Capitán América: Brave New World. Y en cada escena, hace que la película gane solidez y consistencia. A sus 82 años, está totalmente entregado y deja un Thunderbolt Ross para la historia del UCM. No solo por su Red Hulk sino por todo lo que viene antes. Es el fichaje perfecto para la película.

Capitán America: Brave New World

Capitán América: Brave New World, en definitiva, sobrepasa las expectativas únicamente porque estas eran muy bajas. La película quiere ser la nueva El Soldado de Invierno pero se queda a medio camino entre la repetición vaga y la falta de cohesión. No es un gran desastre pero Marvel vuelve a quedarse corta. Sobre todo tratándose de uno de sus superhéroes más importantes.