No hemos tenido que esperar demasiado para poder ver en Disney Plus la siguiente entrega del Universo Cinematográfico de Marvel tras la miniserie WandaVision (Jac Schaeffer, 2021). Se trata de Falcon y el Soldado de Invierno (The Falcon and The Winter Soldier), una creación de Malcolm Spellman (desde 2021) para la que ya se especula sobre una posible segunda temporada. Este creativo estadounidense fue uno de los que metió la mano en el libreto pedorro de La boda de mi familia (Rick Famuyiwa, 2010), una comedia olvidable de uno de los directores de The Mandalorian (Jon Favreau, desde 2019). Pero luego pudo redimirse con los seis guiones que escribió para Empire (Lee Daniels y Danny Strong, 2015-2020).
En cualquier caso, la realizadora elegida para encargarse de los seis episodios de Falcon y el Soldado de Invierno (The Falcon and The Winter Soldier) podría apabullarse con su experiencia. La canadiense Kari Skogland ha firmado siete largometrajes para la gran pantalla, con 50 hombres muertos (2008) como el único destacado, y capítulos de otras cuarenta series televisivas. Entre ellas, Boardwalk Empire (Terence Winter, 2010-2014), The Walking Dead (Frank Darabont y Angela Kang, desde 2010) y Fear the Walking Dead (Robert Kirkman y Dave Erickson, desde 2015), House of Cards (Beau Willimon, 2013-2018), la prima hermana The Punisher (Steve Lightfoot, 2017-2019) o The Handmaid’s Tale (Bruce Miller, desde 2017).
Una secuencia de acción muy satisfactoria
“New World Order” (1x01) no pierde el tiempo ni lo más mínimo para referirse la tesitura en que Avengers: Endgame (Joe y Anthony Russo, 2019) dejó a uno de los protagonistas. Pero tampoco para demostrarnos que el concepto de esta serie de Disney Plus es diametralmente distinto al de la brujeril WandaVision y su formato, tal como resultaba fácil suponer por el tipo de habilidades físicas de los dos superhéroes que la encabezan. Y la secuencia segunda es puro Universo Cinematográfico de Marvel, con su trepidante acción espectacular y una resolución en clímax muy satisfactoria de veras.
Por otro lado, se agradece que los responsables de los guiones de Falcon y el Soldado de Invierno (The Falcon and The Winter Soldier) se preocupen por aportar a los dos personajes, Sam Wilson o Falcon (Anthony Mackie) y Bucky Barnes o el Soldado de Invierno (Sebastian Stan), cosas diferentes a las peripecias por la amenaza de turno. Sus tribulaciones son razonables y de lo más comprensibles. Hay que sumarlas al desarrollo de sus relaciones personales, que ayudan a ofrecernos una profundidad mayor cuando abordan a unos de los campeones de Marvel en los que no se había ahondado mucho.
'Falcon y el Soldado de Invierno': tomándoselo con calma
Y no solo eso. Por lo que hemos podido ver en el capítulo inicial, si en algún detalle se asemeja Falcon y el Soldado de Invierno (The Falcon and The Winter Soldier) a WandaVision, es la decisión narrativa consciente de no lanzarse de cabeza a por el núcleo de la intriga principal, sino permitir que las circunstancias ajenas al mismo del dúo vengador evolucionen de la manera conveniente. Esto suponemos que nace del respeto artístico de Malcolm Spellman, Kevin Feige y compañía por el relato que nos cuentan sobre unos seres de ficción con trayectoria, en los cómics y Universo Cinematográfico de Marvel, a los que hay que construir desde dentro para que resulten genuinos en su drama.
Pero sin olvidarse de poner el foco en la situación del mundo tras los shocks inversos de Infinity War (Hermanos Russo, 2018) y Avengers: Endgame, que influyen precisamente en lo que viven Sam Wilson y Bucky Barnes durante Falcon y el Soldado de Invierno (The Falcon and The Winter Soldier). Por otra parte, con la calma sostenida tras la exhibición de acción climácica y pese a un par de secuencias posteriores de lucha más o menos comunes, desciende un poco el listón. Sin desmerecer, desde luego, los llamativos primerísimos planos de un buen toma y daca verbal. Y el episodio concluye con un último giro que, por muy coherente que sea, no puede evitar que nos resulte bastante desconcertante.