Samsung acaba de presentar los nuevos Galaxy S25, S25+ y S25 Ultra, con novedades muy interesantes. Es cierto que los cambios con respecto de los modelos del año previo no son tantos, pero, aun así, representan otro paso al frente en la evolución de los buques insignia de la marca.

A nivel de diseño, las modificaciones más importantes se aprecian en el Galaxy S25 Ultra. Esta versión ha abandonado su estética cuadrada para darle lugar a las esquinas más redondeadas. En tanto que los S25 y S25+ son apuestas claramente continuistas al ponerlos cara a cara con sus predecesores.

En este artículo vamos a aprovechar para hacer un repaso de las principales diferencias que existen entre los tres miembros de la familia Samsung Galaxy S25. Si bien existen varias cosas en común a lo largo y ancho de la gama, no solo en cuestiones puntuales de hardware, sino especialmente a nivel de características de software, creemos importante hacer especial hincapié en los elementos que distinguen a estos móviles entre sí.

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Las principales diferentes entre los Samsung Galaxy S25, S25+ y S25 Ultra

La primera diferencia, y la más lógica, tiene que ver con el tamaño de las pantallas y las dimensiones generales de los dispositivos. Los tres Galaxy S25 llegan dotados de paneles AMOLED 2X; el de la versión base es de 6,2 pulgadas con resolución FHD+, mientras que el del S25+ es de 6,7'' con resolución QHD+. En el Galaxy S25 Ultra, en tanto, la pantalla es de 6,9 pulgadas, también con resolución QHD+. Vale remarcar que en todos los casos se ofrece una tasa de refresco adaptado de 1 a 120 Hz, Vision Booster y tono de color adaptativo.

Si nos enfocamos en el tamaño general y el peso de los nuevos smartphones de Samsung, el desglose es el siguiente:

  • Galaxy S25: 146,9 x 70,5 x 7,2 milímetros/162 gramos;
  • Galaxy S25+: 158,4 x 75,8 x 7,3 milímetros/190 gramos;
  • Galaxy S25 Ultra: 162,8 x 77,6 x 8,2 milímetros/218 gramos.

En lo que respecta a las cámaras, los Galaxy S25 y S25+ presentan exactamente la misma configuración de sensores frontales y traseros. Por supuesto que estos difieren de los que se implementaron en el Galaxy S25 Ultra, que es el tope de gama de la flamante familia de modelos de Samsung. A continuación, la comparativa:

Galaxy S25 y S25+Galaxy S25 Ultra
Cámaras traserasSensor principal de 50 MP con estabilización óptica de la imagen, apertura f/1.8 y campo de visión de 85°.
Sensor ultra gran angular de 12 MP con apertura f/2.2 y campo de visión de 120°.
Teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico de 3x, apertura f/2.4 y campo de visión de 36°.
Sensor principal de 200 MP con estabilización óptica de la imagen, apertura f/1.7 y campo de visión de 85°.
Sensor ultra gran angular de 50 MP con apertura f/1.9 y campo de visión de 120°.
Teleobjetivo de 50 MP con zoom óptico de 5x, estabilización óptica de la imagen, apertura f/3.4 y campo de visión de 22°.
Teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico de 3x, estabilización óptica de la imagen, apertura f/2.4 y campo de visión de 36°.
Cámara frontalSensor de 12 MP con apertura f/2.2 y campo de visión de 80°.Sensor de 12 MP con apertura f/2.2 y campo de visión de 80°.

Almacenamiento, memoria RAM y batería

Los nuevos Samsung Galaxy S25, S25+ y S25 Ultra son impulsados por el chip Snapdragon 8 Elite for Galaxy, de Qualcomm. Los tres modelos también llegan dotados de 12 GB de RAM, pero se diferencian en la cantidad de configuraciones de memoria y almacenamiento disponibles.

El Galaxy S25 estándar se ofrecerá en tres variantes: 12 + 128 GB, 12 + 256 GB y 12 + 512 GB. Por su parte, el S25+ estará disponible solamente en versiones con 12 + 256 GB y 12 + 512 GB. Mientras que el Galaxy S25 Ultra será el único con opción de 12 GB de RAM + 1 TB de almacenamiento, y también estará disponible en versiones intermedias con la misma cantidad de memoria, pero con 256 o 512 GB de espacio interno.

En el apartado de las baterías, también existen lógicas diferencias entre los tres nuevos móviles de Samsung. El Galaxy S25 llega con la más pequeña, que es de 4.000 mAh y soporta carga rápida cableada de hasta 25 vatios, carga inalámbrica y PowerShare. En el caso del S25+, nos encontramos con un acumulador bastante más generoso de 4.900 mAh, que soporta carga rápida por cable de hasta 45 vatios, y también cuenta con soporte para carga inalámbrica y PowerShare.

Para el Galaxy S25 Ultra, Samsung tampoco ha querido dar sorpresas. El smartphone llega con una batería de 5.000 mAh que soporta una carga rápida por cable de hasta 45 vatios. También integra PowerShare y recarga de forma inalámbrica, como no podía ser de otra manera.

Las baterías son el segmento en el que, lamentablemente, Samsung se ha estancado en los últimos años; en especial, al hablar de sus buques insignia. Máxime, si consideramos que otros fabricantes ya han comenzado a adoptar acumuladores de capacidades superiores y potencias de recarga muchísimo más altas. Aquí es evidente que los coreanos se están quedando muy cortos.

Los Galaxy S25 son una apuesta continuista

Como indicamos al comienzo, los cambios que llegan con los Samsung Galaxy S25 son mucho menos drásticos que los que veíamos en años anteriores, y lo mismo aplica para las diferencias entre los tres modelos.

Al revisar las tablas de especificaciones, queda rápidamente en evidencia que son más las similitudes que las diferenciaciones en elementos clave. Mismo chip, misma RAM, mismas opciones de conectividad (WiFi 7, 5G, Bluetooth 5.4, etc.), misma clasificación de resistencia al agua (IP68), y así...

No hay que olvidarse que este año Samsung ha apostado por jugarse sus fichas más importantes a la experiencia de software con Android 15/One UI 7 y sus funciones de inteligencia artificial. Allí es donde busca compensar por la falta de modificaciones rutilantes a nivel de hardware.

Los Galaxy S25, S25+ y S25 Ultra ya se pueden reservar y estarán disponibles desde el 7 de febrero. Los dos primeros se ofrecen en gris, azul marino, azul y menta; en tanto que la versión Ultra cuenta con variantes en titanio azul, titanio gris, titanio plata y titanio negro.