Estamos bastante acostumbrados a ver los mensajes sobre los perjuicios del tabaco en los paquetes de cigarrillos. A las tabacaleras no les queda más remedio, pues deben incluirlos por ley. Es curioso que, teniendo en cuenta que los peligros del alcohol son también muy conocidos, no se haga lo mismo en las botellas de bebida. ¿Tendría esto alguna utilidad para reducir el consumo de alcohol de la población?
Esta pregunta se la hicieron en 2021 unos científicos australianos antes de realizar un estudio que llegó a una conclusión interesante. La clave está en utilizar publicidad que alerte de los peligros del alcohol; pero, a la vez, animar a los bebedores a contar las copas que se toman en un periodo de tiempo y reducir su consumo del alcohol.
Según el estudio, ninguna de estas medidas funcionaría por separado. Deben combinarse. Aquella investigación tenía algunas limitaciones. Por ejemplo, el hecho de que solo se realizó con personas de Australia. Habría que comprobar si los hábitos en torno a la bebida en otros países se pueden controlar de la misma manera. Pero, desde luego, es un buen camino a seguir. Es cierto que el consumo de alcohol se ha reducido algo en los últimos años, pero no lo suficiente. Son necesarias campañas más incisivas y completas, pero no necesariamente más agresivas.
El consumo de alcohol ha bajado, pero no todo lo que nos gustaría
Según el Ministerio de Sanidad, el consumo de alcohol en España se ha reducido 2,7 puntos porcentuales entre 2020 y 2022 en las personas de entre 15 y 64 años. En realidad, esto hace referencia a un consumo intensivo de alcohol. No se tiene en cuenta el consumo ocasional. Pero, aun así, es un buen paso hacia delante.

A nivel mundial, en cambio, el consumo de alcohol ha cambiado de forma muy heterogénea, con un gran incremento en muchos países. Por lo tanto, podemos decir que las campañas de concienciación no han surtido todo el efecto que deberían. El hecho de conocer muchos de los peligros del alcohol ha influido en el descenso en España y otros países. Pero, sin duda, debería haber descendido más. Cada vez hay más personas que no han probado un cigarro en su vida, pero es raro encontrar a una persona adulta que jamás haya probado el alcohol. Si el alcohol también produce cáncer, ¿por qué su consumo se resiste tanto a reducirse?
Se necesitan campañas combinadas
En general, si nos ceñimos a las muertes que ocasiona por cáncer y otros problemas de salud, podríamos decir que el tabaco es más peligroso que el alcohol. Posiblemente por eso no se han hecho campañas tan incisivas con respecto al alcohol. Además, consumir estas bebidas se ha convertido en algo con una amplia carga social. Desgraciadamente, todavía hay personas que consideran a quienes no beben ni una gota de alcohol como bichos raros. Con el tabaco ya no pasa eso. Vamos un paso por detrás a pesar de que, si tenemos en cuenta los accidentes, de tráfico o cualquier otra índole, que causa el alcohol, sus efectos tampoco difieren tanto de los del tabaco.
Los científicos que llevaron a cabo el estudio australiano de 2021 quisieron buscar formas de reducir el consumo de alcohol en la población a pesar de ese amplio componente social. Para ello, contaron con la participación de 7.995 voluntarios que fueron abandonando el estudio en las siguientes fases hasta el punto de que, al final, solo había 2.687 personas. Estas son, por lo tanto, las que se tuvieron en cuenta a la hora de sacar las conclusiones del estudio.

Todos se dividieron en grupos a los que se hizo ver distintos tipos de publicidad. Después, se hizo un seguimiento de su comportamiento con respecto al alcohol. El anuncio que más funcionó fue uno en el que se explicaba muy concisamente que el alcohol produce cáncer. Pero, además, se animaba a los consumidores a contar sus porciones de alcohol y tratar de disminuirlas. Se expone el peligro y se plantea un reto. Eso es algo que a nuestro cerebro le encanta.
Si solo se hablaba del peligro del alcohol o se proponía contar las bebidas los beneficios no eran los mismos. Fueron los voluntarios que vieron una combinación de ambos estudios los que más redujeron su consumo de alcohol. De aquí se concluye que sería interesante implantar este tipo de publicidad. Ya no solo en televisión. Las propias botellas de bebida podrían tener mensajes de este tipo, igual que las cajetillas de tabaco. Esto no siempre funciona. Aún sigue habiendo muchísimos fumadores a los que no les importan las duras imágenes que a veces acompañan a los paquetes de cigarrillos. Pero son mensajes que sí han influido en algunos consumidores.
Vale la pena intentarlo porque puede que si se anima a los consumidores a dejar el alcohol por completo no quieran ni siquiera intentarlo, pero si simplemente tienen que ir reduciendo su consumo, haciéndose conscientes de lo que beben y cuáles son sus riesgos, sí que logren obtener buenos resultados.