El mundo de la gimnasia artística y rítmica, igual que el del patinaje, ha estado siempre rodeado de polémicas por la dureza con la que los entrenadores tratan a las deportistas. También ocurre con los gimnastas de categorías masculinas, pero sobre todo con sus compañeras. Es un tema que ha vuelto hoy al candelero con la muerte de Bela Karolyi, el entrenador de la emblemática Nadia Comaneci, conocido por sus técnicas carentes de toda ética. Pero hay algo a lo que él no llegó y otros entrenadores sí están empezando a prestar atención: la selección genética.

Es algo de lo que se ha hablado mucho en las últimas décadas. En el año 2000 el propio Karolyi fue entrevistado sobre esta cuestión por el medio ESPN. El entrenador de Nadia Comaneci reconoció que estaba chapado a la antigua y que, por lo tanto, no le gustaba esa técnica de selección de gimnastas. En esos momentos la idea era poco más que eso. Sin embargo, él imaginaba que en el futuro podría hacerse bastante común, sobre todo en países como China.

En el año 2000 apenas se había investigado al respecto. Se intuía que las estrellas de la gimnasia artística y rítmica tendrían ventajas genéticas en comparación al resto de la población. Pero no se había analizado a fondo. Uno de los primeros estudios completos sobre este tema se llevó a cabo en 2014, en la Universidad de Milán. Desde entonces, como ya intuyó el entrenador de Nadia Comaneci, muchas federaciones de gimnasia artística se han planteado el análisis genético como criterio de selección de deportistas. Una especie de GATTACA al servicio de la gimnasia. 

Ventajas genéticas para la gimnasia artística

En el estudio realizado en la Universidad de Milán se tomaron muestras de ADN de 42 deportistas de gimnasia rítmica de alto nivel y 42 chicas que no practicaban este ejercicio. El objetivo era analizar ciertos polimorfismos para comprobar si hay un patrón en las mujeres que realizan gimnasia artística.

Los polimorfismos son las distintas variantes que existen para una misma secuencia genética. Cada una puede aportar cualidades ligeramente diferentes. Por ejemplo, los distintos polimorfismos de los genes ADRB2 y FTO se asocian a la masa corporal, los de ACTN3 y ACE a la fuerza explosiva y los de COL5A1 a la movilidad articular. 

Al analizar el ADN de las gimnastas se vio que, efectivamente, poseían un perfil genético bastante constante en comparación con las chicas que no eran gimnastas. Por ejemplo, en el caso de los genes ADRB2 y FTO se detectaron polimorfismos asociados a un menor índice de masa corporal y menos grasa. Es bien sabido que, para realizar sus ejercicios, las gimnastas de gimnasia rítmica deben tener un peso muy reducido. Esto a menudo les lleva a tener problemas de salud mental, especialmente trastornos de la conducta alimentaria. Aunque también hay casos en los que no necesitan una dieta extrema, pues su genética las predispone a ser muy delgadas.

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Normalmente se buscan gimnastas con muy bajo IMC. Crédito: Andre Ouellet (Unsplash)

En el caso del gen COL5A1 también encontraron polimorfismos asociados a una mayor movilidad articular. Algunos en concreto predisponían al genu recurvatum, una deformidad de la articulación de la rodilla que provoca que se pueda extender más de lo normal, llegando a doblarse hacia atrás.

Todo esto puede parecer muy ventajoso, pero esos polimorfismos relacionados con las articulares también predisponían a las gimnastas a más lesiones. Queda claro que, como bien demostró Bela Karolyi, la gimnasia artística, así como la rítmica, es dura. A veces incluso se atraviesan límites peligrosos para que las gimnastas lleguen al estrellato.

También es cosa de hombres

En 2023, un equipo de científicos japoneses realizó un estudio similar, pero con hombres. Se vio que en su caso también hay polimorfismos que les hacen más aptos para la gimnasia artística. Sobre todo aquellos que se relacionan con la síntesis de estrógenos. Recordemos que, a pesar de su papel en el desarrollo de los caracteres sexuales femeninos, también son hormonas que se encuentran en los hombres y, al parecer, su presencia elevada puede hacerles mejores gimnastas.

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Los hombres gimnastas también tienen un perfil genético muy concreto. Crédito: Bogdan Pasca (Unsplash)

La decisión que no tomó Bela Karolyi con Nadia Comaneci

Algunas federaciones, como la Federación Italiana de Gimnasia Artística se están empezando a basar en estos estudios para plantear la necesidad de analizar el perfil genético de los niños y niñas que empiezan a practicar este deporte. A los 8-10 años, cuando los entrenadores comienzan a analizar sus aptitudes para practicar la gimnasia de forma profesional, puede ser interesante tener también ese factor en cuenta. Al menos eso es lo que dicen.

No obstante, al menos en dicha federación, no lo publicitan como una forma de dejar fuera a quienes no tengan el perfil genético adecuado, sino como un mecanismo para llevar a cabo entrenamientos más personalizados, teniendo en cuenta cuáles son sus puntos fuertes y débiles. 

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Algunas federaciones quieren analizar el perfil genético de los niños. Crédito: Brett Wharton (Unsplash)

De momento no parece que sea la normal, pero no sería nada extraño que acabe convirtiéndose en algo habitual. Eso sí, si se van a buscar formas de seleccionar genéticamente a los gimnastas, no se debería intentar dejar fuera a ciertos deportistas por tener supuestas ventajas genéticas. Sí, me refiero al caso de Imane Khelif.

Al final, más que los genes, lo que importa es lo que se hace en las competiciones. Nadia Comaneci no ha pasado a la historia por sus genes, a pesar de que lo más probable es que fuesen privilegiados. Lo hizo por su gran desempeño. Eso es con lo que deberíamos quedarnos siempre.