La próxima vez que te cueste subirte a la cinta de correr, piensa que si un murciélago vampiro (Desmodus rotundus) puede, tú también. Esto puede parecer un chiste y no descartamos que el estudio se haga con el premio Ig Nobel el año que viene por lo disparatado que resulta. Pero es una investigación real de un equipo de científicos canadienses. 

Han hecho correr en una cinta a un grupo de murciélagos vampiro con el objetivo de comprobar cómo metabolizan la sangre de la que se alimentan. Esto es algo que ha llamado la atención de la ciencia durante muchísimo tiempo. Los animales hematófogos, como los vampiros o muchos insectos, se alimentan casi por completo de sangre. Eso implica que las proteínas son los nutrientes más abundantes en su dieta. Si lo comparamos con los humanos y otros muchos mamíferos, que necesitamos principalmente los lípidos y los carbohidratos para obtener energía, resulta incongruente. ¿Cómo pueden metabolizar esas proteínas y obtener energía para volar y cazar durante horas?

Por inverosímil que parezca, estos científicos comprendieron que la respuesta estaba en una cinta de correr. Una muy pequeñita diseñada específicamente para montar a un murciélago vampiro sobre ella. Al contrario que otras especies de murciélagos, estos son muy buenos corriendo sobre el suelo, por lo que era un experimento ideal. Y también muy cuqui, si nos lo preguntas.

Del metabolismo de los humanos al del murciélago vampiro

Cuando los seres humanos realizamos ejercicio aeróbico ligero obtenemos la energía de los lípidos. Tiramos de la grasa que consumimos y almacenamos. Sin embargo, a medida que aumenta la intensidad del ejercicio, se vuelve indispensable el uso de carbohidratos. Estos se oxidan para dar lugar a una molécula llamada adenosín trifosfato (ATP), que se conoce como la moneda energética de las células. Esto es así porque se usa para ceder o ganar energía según sea necesario. Para obtener energía pierde uno de sus fosfatos, convirtiéndose en ADP. Y este vuelve a convertirse en ATP en un proceso que absorbe energía. Por eso se considera metafóricamente como una moneda de cambio.

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Cuando los humanos hacemos ejercicio, utilizamos principalmente los lípidos y los carbohidratos para obtener energía. Crédito: Intensa Fitness (Unsplash)

Los animales que se alimentan de sangre, como el murciélago vampiro, no disponen prácticamente de carbohidratos ni lípidos. Su dieta consta mayoritariamente de proteínas. Ocurre lo mismo con la de algunos insectos. Se ha visto que estos últimos tardan bastante en metabolizar las proteínas de la sangre. ¿Pero pasa lo mismo con los murciélagos?

Los hematófogos van al gimnasio

Para comprobar cómo metabolizan las proteínas estos murciélagos, los autores del estudio diseñaron un curioso experimento.

Se tomaron de la naturaleza 24 ejemplares de murciélago vampiro adulto y se dividieron en tres grupos. Todos ellos se alimentaron de sangre de vaca, pero con ligeras diferencias. En un grupo, la sangre se enriqueció con el aminoácido leucina. Los aminoácidos son los ladrillitos que componen las proteínas, pero no todos pueden ser sintetizados por los organismos animales. Por ejemplo, los mamíferos no pueden sintetizar leucina, lo cual la convierte en un aminoácido esencial. Es muy útil, ya que, en humanos, ayuda a construir y reparar los músculos. Por eso es importante que la obtengamos a través de la dieta.

En un segundo grupo se enriqueció la sangre de vaca con el aminoácido glicina, que también es esencial y ayuda a construir colágeno y transmitir señales entre neuronas.

Por último, hubo un tercer grupo de murciélagos que solo tomó sangre de vaca sin enriquecer. 

Los aminoácidos que se usaron para enriquecer la sangre se marcaron con un isótopo del carbono, que se puede diferenciar fácilmente del resto de carbonos. Así, solo quedaba subir a cada murciélago vampiro en la cinta de correr.

Todos pasaron por tres fases de velocidad: 10 m/min, 20 m/min y 30 m/min. Mientras tanto, se analizó tanto su consumo de oxígeno como la producción de dióxido de carbono en la respiración de los animales. Y fue aquí donde descubrieron un dato interesante.

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La rápida metabolización del murciélago vampiro

Si esas proteínas recién añadidas se metabolizan rápido, sería esperable que los isótopos de carbono usados en los aminoácidos enriquecidos se incorporaran rápidamente al dióxido de carbono (CO2) que se libera en la respiración. El carbono de la molécula sería el isótopo. 

Y así fue. Casi inmediatamente ya se podían detectar los isótopos en la respiración de los animales. Además, daba igual si la sangre se había enriquecido o no, con un aminoácido o con otro. Utilizaban todos los aminoácidos de las proteínas con la misma eficiencia.

Por lo tanto, se intuye que el murciélago vampiro tiene un metabolismo muy rápido, con reacciones exclusivas, que metabolizan directamente las proteínas, y en las que, como dice el dicho, si la vida les da limones, preparan limonada. No importa el aminoácido, sabrán aprovecharlo por igual. Tenemos mucho que aprender de ellos. De hecho, más allá de por la curiosidad de ver murciélagos en una cinta de correr, este estudio sirve para comprender lo fuertemente que puede moldear el metabolismo una dieta especializada.

Nota informativa: Ningún murciélago vampiro fue agredido en este experimento. Todos se liberaron de nuevo a la naturaleza, quizás con las patas un poco más musculosas de lo normal.