La PS5 Pro está dando mucho de qué hablar, pero no tanto por sus características técnicas o capacidades, sino por su precio. Que la nueva consola de Sony cueste 700 dólares en Estados Unidos y 800 euros en Europa se ha vuelto tema de acalorado debato entre el público. En especial, porque llega sin unidad de disco ni soporte vertical y quienes deseen incorporarlos tienen que comprarlos por separado.

Ahora bien, ¿por qué la PS5 Pro es tan cara? No existiría un único motivo detrás de esta cuestión. Ampere Analysis ha publicado un interesante desglose de las razones que impactarían en el precio que deben pagar los jugadores que deseen poner sus manos sobre el dispositivo.

Lo más notorio del citado análisis es que, con la excepción de un factor externo en concreto, los demás formarían parte de la propia estrategia comercial de Sony. En concreto, Ampere dice que la inflación registrada a nivel general en la cadena de suministros podría tener influencia directa en el precio de la PS5 Pro. Si se ha encarecido el desarrollo de los componentes de la consola, es lógico pensar que el fabricante traslade ese incremento en los costes a la cifra que luego deben desembolsar los compradores.

Pero esto solo contaría una parte de la historia. Más allá de la inflación como factor externo, Sony tendría dos motivos más para vender la PS5 Pro a un precio tan alto:

  • Proteger sus márgenes de ganancia. Esto no sorprende, puesto que los japoneses lograron que la PS5 se deje de vender a pérdida en agosto de 2021; es decir, apenas 8 meses después de su llegada al mercado. Por ende, es improbable que quieran regresar a ese camino. En especial cuando a Microsoft, su rival directo en el segmento, esto le ha resultado bastante más problemático. A fines de 2022, Phil Spencer reconoció que aún perdían entre 100 y 200 dólares por cada Series S o Series X vendida. Y el panorama seguramente no haya mejorado, considerando que las ventas de hardware de Xbox vienen en marcado descenso y sin miras a mejorar.
  • La falta de una competencia directa. Este sería el otro punto clave que le permitiría a Sony vender la PS5 Pro a un precio tan alto. Ampere indica que, a diferencia de lo que sucedió con la PS4 Pro, que tuvo que competir con la Xbox One X, Sony ahora tiene mayor espacio para maniobrar en el segmento de las consolas potentes. Esto se debe a que Microsoft no planea lanzar en lo inmediato una actualización de mitad de ciclo de la Xbox Series X que rivalice con el nuevo hardware de Sony. Al no tener la presión de un competidor directo que pueda obligarle a bajar su precio, la PS5 Pro hoy puede moverse a sus anchas.

¿Cuántas PS5 Pro venderá Sony?

Ampere cree que el impacto que la PS5 Pro tendrá en el mercado será similar al de la PS4 Pro. Es por ello que vaticinan que la nueva consola venda alrededor de 1,3 millones de unidades antes de que finalice 2024. Recordemos que el dispositivo se podrá reservar desde el 26 de septiembre y estará disponible el 7 de noviembre. Esto le permitiría aprovechar las fiestas de fin de año, que suelen ser el momento de mayores ventas del sector gaming.

En comparación, la PS4 Pro vendió 1,7 millones de unidades cuando se lanzó en 2016. Hasta 2021, dicha versión de la consola de anterior generación comercializó 14,5 millones de unidades. En el caso de la PS5 Pro, el análisis estima que se podría vender un total de 12,8 millones de unidades para 2029.

Debido a su precio, la PS5 Pro hoy se presenta como una propuesta de nicho. En la industria creen que la mayoría de sus ventas se producirán entre clientes que ya forman parte del ecosistema de PlayStation. No sería raro, entonces, si quienes optan por la nueva consola son usuarios de la PS4 que la ven como una buena opción para actualizarse, en lugar de esperar por la PS6. Y si bien no hay que descartarlos, parece menos probable que los actuales usuarios de la PS5 vean conveniente el salto al modelo Pro. Especialmente aquellos que juegan de un modo casual y no son fanáticos hardcore de la plataforma.

Preparando el terreno para la PS6

Foto de Jp Valery en Unsplash

Las reacciones al anuncio de la PS5 Pro parecen preparar el terreno para el arribo de la PS6, que podría darse en 2028. Pero no tanto por lo que la consola de siguiente generación pueda ofrecer en materia técnica, sino por lo que podría costar.

Si algo ha quedado en evidencia es que las consolas de 1.000 dólares/euros ya no son algo descabellado, y que están más cerca que nunca. De hecho, si decides comprar la PS5 Pro (799,99 euros) y le sumas la lectora de discos (119,99 euros) y el soporte vertical (29,99 euros), terminarás pagando casi 950 euros. Es decir, 1.046 dólares al cambio del día.

Romper la barrera de las cuatro cifras ha dejado de ser una idea loca, y podría volverse la norma a partir de la próxima generación. Cosa que seguramente aplique tanto a las PlayStation como a las Xbox del futuro.