Elden Ring es uno de los mejores juegos de la historia. En ese aspecto, no hay ninguna duda. Los juegos de From Software en general, y los Souls en particular, ofrecen una experiencia que difícilmente es comparable a otros títulos. La sensación de superación personal que supone terminar con un boss, aprender cierta mecánica o completar algunas de sus mazmorras no están en muchos otros títulos. Pese a la creencia popular, los Souls no son juegos difíciles per se, puesto que en todos y cada uno el juego ofrece las herramientas necesarias para alcanzar cualquier objetivo, por difícil que parezca la primera vez.

El 2022, From Software modifico la fórmula con el Elden Ring: un juego de mundo abierto que mantenía toda la esencia de los Souls pero mucho más accesible que Sekiro o Dark Souls 3 (mejor no hablar del dos). Un enorme viaje de más de 100 horas por uno de los mapas más complejos en cuanto a escenarios y zonas ocultas y con una de las direcciones de arte más impresionantes que se recuerdan en un videojuego. Una fórmula, la de los Souls, elevada a su máxima potencia. Con sus peros, que también los tenía, Elden Ring no solo cautivó a los incondicionales de la saga, también fue la puerta de entrada para muchos jugadores que no se habían atrevido a sumergirse en este tipo de juegos.

Shadow of the Erdtree

El DLC de Elden Ring mejora la fórmula del juego principal y es la constatación de que From Software está a un nivel muy por encima del resto. Una obra maestra que brilla con luz propia y augura un futuro muy prometedor para los fans de la fórmula Souls. Un mapa gigantesco que premia la exploración y un desafío que pondrá tus nervios a flor de piel en muchos de sus combates.

Puntuación: 4 de 5.

Por ello, el anuncio de su DLC, era una de las noticias más esperadas. Ahora está aquí, y en cierto modo, es injusto denominar a Shadow of de Erdtree como un simple DLC. Pese a que la expansión bebe del juego original, amplia no solo su Lore, también sus mecánicas y sus posibilidades. Y es masivo. No tan grande como el juego original, pero lo suficiente como para perderte otras 60 horas en sus tierras si buscas ese punto completista.

Ahora bien. Al igual que con el resto de DLCs de los Souls. From Software ha escalado la dificultad de la expansión. No solo para acceder a ella hay que haber derrotado a un jefe —opcional— del juego principal. Es que su entrada está en una zona oculta del mapa que se accede a través de una quest nada sencilla de entender, o bien, a través de un portal de una zona, a su vez opcional. Lógicamente, sus creadores sabían que la amplia mayoría de los jugadores llegaban al DLC con un build min/max, así que han decido frenarles en seco.

Un sistema de progresión exclusivo para Shadow of the Erdtree

Shadow of the Erdtree tiene su propio sistema de “niveles”, y aunque los niveles principales siguen siendo fundamentales, introduce una mecánica nueva con los fragmentos del árbol (repartidos por el mapa) que ayudan a la mitigación de año y aumentan nuestra potencia de ataque (y otro tipo para las invocaciones). Están repartidos por el mapa y, sin duda, sin escalar correctamente con estos fragmentos, la dificultad del juego es impresionante: los enemigos, no solo los bosses son rápidos y hacen muchísimo daño. Y algunos de los jefes, con builds estudiadas al milímetro y de sobra niveladas, son capaces de matarte de un golpe si te falta un solo HP de vida (fase dos de cierto boss principal, te miro a ti).

De nuevo, el juego ofrece todo tipo de herramientas para superar cualquier desafío, y en este sentido, con paciencia y un poco de exploración, todo se puede conseguir. Y estudiando a los bosses en unos cuantos intentos, es loable para cualquier jugador. De hecho, el juego ofrece, de su forma opaca habitual, muchas pistas. Por ejemplo, antes de uno de los bosses más complicado del DLC, uno de los enemigos te suelta un escudo. Esa es la pista necesaria para saber que, en ese boss, quizá la estrategia más interesante es la de usar ese escudo para protegerte al 100% de sus ataques.

También funciona al sentido contrario. El juego ofrece ciertas quest para tener NPCs que te ayuden el boss final, pero lo cierto es que si invocamos a dichos NPCs, pese a que pensamos que nos van a ayudar, lo cierto es que no hace más que incrementar la dificultad. Algo usual, el escalado en la vida de los bosses, en función del número de jugadores, pero que en este caso es mucho más fácil pasárselo solo que con ayuda.

Hasta aquí, más allá de las nuevas armas, y los jefes, Shadow of the Erdtree ofrece una experiencia similar a Elden Ring, quizás con un poco más de Lore de la mano de los NPCs, más conversaciones sobre la nueva zona y alguna que otra sorpresa para los que hayan entendido “algo” de la historia del círculo de Elden.

Uno de los mapas más complejos y que más premia la exploración

Pero con todo, lo que más sorprende de Shadow of the Erdtree, siendo una expansión, es lo complejo de su mapa y el nivel de y escala de sus diferentes escenarios. Su navegación, por la variedad de zonas, es más compleja incluso que en el juego principal y una experiencia mucho más impresionante a la hora de, simplemente, explorar. Sí, sigue pecando de tener muchas zonas muy vacías, como la inmensidad de la costa Cerúlea, pero en todas ellas, como en el juego principal, hay algo que hacer.

Shadow of the Erdtree no solo premia esta exploración siempre con nuevos ítems y nuevas zonas, sino que como en el juego principal, algunas de las zonas más espectaculares están ocultas tras ciertas quest del juego, cuyo acceso es tremendamente enrevesado. Y no solo en cuanto a acciones y caminos para llegar a ellas, e incluso, algunas otras dependes de usar elementos del juego en zonas muy determinadas, como gestos, que para conseguirlos hay que haber llegado a otra zona alejada en mitad de la nada. Lógicamente, Shadow of the Erdtree da pistas en sus objetos de todo lo que hay que hacer y, en cierto modo, todo tiene indicaciones, aunque como el resto de los Souls, es bastante opaco y requiere de especial paciencia.

De su parte negativa, quizás la repetición de ciertos minibosses en algunas zonas del juego y, sin duda, la repetición del sistema de mazmorras que, vista una, vistas todas en realidad. Sí, son más complejas de navegar y hay más cosas interesantes en ella, pero en realidad son idénticas a las del juego principal: laberinto-enemigos-boss-vuelta a la entrada principal. Solo dos de ellas sirven para acceder a dos zonas opcionales (y espectaculares) del sur del mapa, y son, en realidad, las mejores de todas. Shadow of the Erdtree sí que introduce los mausoleos sin nombres, que son zonas de directas para combatir con un mini-boss similar las prisiones del juego principal, directo al grano y con un buen desafío. Hay 4 en total, y 2 de ellas requieren cierto minipuzzle en forma de ruta de exploración navegación para llegar a ellas.

Con todo, From Software ha sabido pone la guinda en el pastel con Shadow of the Erdtree. Al igual que el juego principal, es una obra maestra que brilla con luz propia, y sin duda, una excusa perfecta para volver a sumergirnos en su mundo. Una expansión masiva, que te dará tus 20-30 horas de juego en función de cuanto quieras completarla y que, una vez terminada, te habrá sabido a poco y te dejará con ganas de más. Quién sabe si, con el tiempo, veremos una nueva expansión o será el punto y final de un juego que ha cambiado para siempre la fórmula Souls a un nivel que ningún otro título puede alcanzar.

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