Dulceida y Alba Paul han anunciado que esperan a su primer hijo. Tras 9 años de relación, con una pequeña ruptura en medio, los rumores sobre el posible embarazo de alguna de ellas se han sucedido una y otra vez. Normalmente los dejaban pasar, pero en alguna ocasión salieron a desmentirlo y aseguraron que, cuando fuese cierto, no dudarían en hacerlo público. La noticia ha sido recibida con júbilo por sus seguidores, y también con muchas dudas sobre el tipo de gestación que han elegido. Tras ver las fotos que han subido a las redes sociales, no cabe duda de que es Dulceida la embarazada. ¿Pero será ella la madre genética del bebé o, al contrario, será Alba?

En su día, tras uno de los muchos rumores que surgieron al respecto, Dulceida anunció que, llegado el momento, querían que una gestase al bebé y otra donara el óvulo. Por eso, ahora que sabemos que la gestante será ella, está claro que Alba ha donado el óvulo. 

Esto en realidad es algo muy común en reproducción asistida. Se consigue gracias a un método conocido como ROPA (por las siglas en inglés de recepción de ovocitos de la pareja), que consiste justamente en eso. Una de las dos mujeres dona los ovocitos, que se fecundan en el laboratorio con semen de un donante, para luego transferir uno de los embriones resultantes a la pareja. Como resultado, las dos participan en el nacimiento de su hijo, una genéticamente y otra a través del embarazo, el parto y, llegado el caso, la lactancia. Con Dulceida embarazada, ya sabemos qué granito de arena pondrá cada una. ¿Pero significa eso que ella no tendrá nada que ver en la genética de su bebé? No tan deprisa.

Un método con muy buenos resultados

Existen muchas técnicas de reproducción asistida, pero en lo referente a la fecundación se puede hablar de tres: inseminación artificial, fecundación in vitro (FIV) y microinyección espermática (ICSI). 

La primera se utiliza cuando los espermatozoides tienen buena movilidad. Se introduce el semen directamente a través del cuello del útero de la receptora y se deposita muy cerca de las trompas de Falopio, de tal manera que los propios espermatozoides nadan hasta el ovocito, que en ningún momento se extrae fuera del organismo de la paciente.

Por otro lado, para la fecundación in vitro sí es necesario extraer los ovocitos. Estos se ponen en el laboratorio en contacto con el semen, de manera que, de nuevo, los propios espermatozoides nadan hasta el ovocito. En este caso también deben tener algo de movilidad, aunque se les facilita mucho el trabajo. Una vez que se produce la fecundación, se hace un seguimiento durante los primeros días del embrión que empieza a formarse y, después, se transfiere al útero de la que será la gestante.

Finalmente, el ICSI se utiliza cuando los espermatozoides tienen muy poca o ninguna movilidad. Directamente, se inyecta el espermatozoide dentro del ovocito. A partir de ahí, todo ocurre igual que en la FIV. 

En el caso del método ROPA por el que Dulceida está embarazada, se emplea FIV. Esto es muy positivo, pues las tasas de éxito son mayores que las de inseminación artificial. Además, generalmente en los casos de parejas de mujeres no hay problemas de infertilidad, pues no es ese el motivo que les ha llevado a la clínica. Por eso, las tasas de éxito suelen ser bastante superiores al 90%. En cuanto a la comparación con los casos de FIV en los que se usan ovocitos de la propia paciente que se va a embarazar, hay estudios que demuestran que son prácticamente igual de exitosos.

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Las tasas de éxito son similares con ROPA que con ovocitos de la receptora. Crédito: Anastasiia Chepinska (Unsplash)

Dulceida está embarazada, ¿pero qué pasa con sus genes?

La dotación genética del bebé de Dulceida y Alba será de Alba y el donante de esperma. No obstante, hay una forma en la que Dulceida influirá también en su ADN: la epigenética.

Los seres humanos nacemos con una secuencia de genes que constituyen nuestro libro de instrucciones y que están en todas nuestras células. Pero estos genes no se usan en todo momento y en todas las células. Por ejemplo, todas las células contienen el gen que contiene las instrucciones para sintetizar insulina. No obstante, estas instrucciones solo se usan en las células del páncreas, que es el órgano encargado de producir esta hormona. En el resto de células el gen permanece apagado. Además, incluso en las del páncreas, solo se usa cuando hay mucha glucosa en sangre y la insulina debe encargarse de repartirla por las células.

Este encendido de los genes donde y cuando son necesarios es lo que se conoce como expresión génica. Depende de muchos factores, entre ellos el ambiente. Y es que se ha visto que el entorno puede alterar cómo se encienden o se apagan determinados genes. Esto es algo que se conoce como epigenética. Se ha observado que un gran trauma puede alterar la forma en la que se emplean los genes. Por ejemplo, se vio con víctimas del holocausto nazi. 

Esto ocurre en adultos, pero la epigenética es especialmente importante en el desarrollo embrionario. Existen varios estudios que concluyen que el entorno uterino puede cambiar la epigenética de un embrión. Por lo tanto, en cierto modo, con Dulceida embarazada, su útero también influirá en la expresión de los genes del bebé. Sea como sea, el bebé será de quienes velen por él y le den amor y sustento. Los genes son importantes a efectos legales, pero la maternidad, en este caso, es mucho más que eso.

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