Lo leemos en algunos de sus álbumes, en muchas de sus canciones e, incluso, en la película del Eras Tour que se ha estrenado en Disney+. Taylor Swift lleva meses usando el término ‘(Taylor’s Version)’ en muchos de sus proyectos, como en las regrabaciones de los discos ‘Fearless’, ‘Speak Now’, ‘Red’ o ‘1989’, o en singles como el de ‘All Too Well (10 minute version)’. Curiosamente, no en todos los álbumes o contenidos audiovisuales producidos o dirigidos por la cantante tienen este apellido. Pero, ¿qué significa esto exactamente?

La primera vez que Swift empezó a utilizar el término ‘(Taylor’s Version)’ fue en 2021, tras el lanzamiento del álbum ‘Fearless (Taylor’s Version)’. Pero la historia se remonta unos años más atrás. Concretamente, en 2018, cuando la cantante firmó un contrato discográfico con Republic Records (propiedad de Universal Music) para poner fin a su acuerdo con Big Machine Records, al enterarse de que su anterior discográfica con la que grabó sus seis primeros álbumes de estudio: ‘Taylor Swift’ (su álbum debut), ‘Fearless’, ‘Speak Now’, ‘Red’, ‘1989’ y ‘Reputation’, estaba en quiebra y buscaba un comprador.

Swift, al firmar su contrato con Big Machine, también cedió el derecho de estos álbumes al sello con una cláusula que le prohibía volver a grabar sus canciones hasta varios años después de su lanzamiento. La cantante reveló en una carta en su perfil de Tumblr que estuvo años negociando con Scoot Brocheta (CEO de Big Machine) para poder comprar sus obras para que estas no acabaran en otras manos, pero se dio por vencida tras las condiciones desfavorables que le ofrecía la discográfica.

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En 2019, unos meses después de firmar con Universal, Big Machine decidió vender por 300 millones de dólares su sello discográfico a Ithaca Holdings, una compañía propiedad de Scooter Braun, empresario y productor, y quien hizo Bullying a Taylor Swift en redes sociales tras su escándalo con Kanye West. La venta también incluía los derechos de estos seis primeros álbumes.

Taylor Swift

Big Machine impidió a Taylor Swift cantar o usar su música

En esa misma carta donde revelaba su intención de comprar sus másters, Swift mencionó que no sabía que Scott Brocheta (fundador de Big Machine Label Group) iba a vender la propiedad de los álbumes a Braun. “Nunca en mis peores pesadillas imaginé que el comprador sería Scooter. Cada vez que Scott Borchetta escuchaba las palabras 'Scooter Braun' escapar de mis labios, estaba llorando o intentando no hacerlo. Él sabía lo que estaba haciendo; ambos lo sabían. Controlar a una mujer que no quería asociarse con ellos”, mencionó. 

Tras la noticia, Taylor Swift confirmó su intención de volver a grabar todos sus discos para así poder volver a tener los derechos de los mismos, pero continúo intentando recuperar sus trabajos a través de su equipo, quien, incluso, propuso la compra de los mismos al propio Scooter Braun.

Mientras tanto, Big Machine Label Group impidió a Swift interpretar en directo o usar sus canciones firmadas bajo el sello para otros proyectos, como un documental que preparaba Netflix; algo de lo que la cantante se quejó públicamente. Incluso, llegó a pedir ayuda a sus fans para que presionaran a Borchetta y a Braun con el objetivo de que estos le permitan usar sus canciones.

Más tarde, Big Machine emitió un comunicado acusando a Taylor Swift de mentir sobre la imposibilidad de usar sus canciones. “En ningún momento dijimos que Taylor no podría actuar en los American Music Awards (AMA) ni bloquear su especial de Netflix. De hecho, no tenemos derecho a impedirle actuar en vivo en ningún lugar”, dijo el sello. Big Machine también afirmó que Taylor le debía “contractualmente millones de dólares y múltiples activos” a la empresa al ser responsable de 120 empleados que la artista tenía a su cargo.

El equipo de Taylor desmintió las declaraciones de Big Machine compartiendo parte de un mensaje —ya borrado— en el que el sello decía que “BMLG no aceptará emitir licencias para grabaciones existentes ni exenciones de sus restricciones de regrabación en relación con estos dos proyectos: el documental de Netflix y el evento Alibaba Double Eleven”. Demostraron, además, que era la discográfica quien debía millones de dólares a Swift en regalías impagadas.

Taylor Swift se la mienta a TikTok y Universal

“Si hay algo que al lado pone (Taylor’s Version) entre paréntesis, significa que es de mi propiedad”

En otra carta publicada en 2020, la cantante dijo que, a cambio, Braun “exigía un acuerdo de confidencialidad férreo” en el que se establecía que nunca diría nada malo sobre él. Más tarde, Braun vendió los álbumes de Taylor a una firma de inversión, que posteriormente reveló que una de las condiciones de la venta era no informar a la cantante de la misma hasta que no se completara. Swift intentó comprar sus másters a través de la nueva empresa, pero rechazó hacerlo al enterarse de que Braun continuaría beneficiándose de su antiguo catálogo.

En esa misma carta, Taylor Swift confirmaba que había empezado a regrabar sus álbumes con el objetivo de volver a ser dueña de su música. Meses más tarde, en febrero de 2021, anunció su primera regrabación ‘Fearless’, y reveló que esta llevaría el término (Taylor’s Version) para distinguirla del álbum original y hacer saber a sus fans que se trata de una versión con la que ella misma cuenta con los derechos.

La propia cantante lo dijo recientemente en una entrevista en el programa estadounidense Late Nigh: “Si hay algo que al lado pone (Taylor’s Version) entre paréntesis, significa que lo poseo”.

Red Taylor Swift
'Red (Taylor's Version), uno de sus álbumes regrabados.

Desde entonces, Taylor ha ido lanzando sus versiones de sus primeros álbumes, incluyendo ‘Red (Taylor’s Version)’, ‘Speak Now (Taylor’s Version)’ y ‘1989 (Taylor’s Version)’. Todas las canciones regrabadas también ponen este apellido tras el título.

Taylor y, sobre todo, sus fans también utilizan otros términos para referirse a las regrabaciones.

  • Taylor’s Version (o TV, como diminutivo): para diferenciar aquellos álbumes regrabados y que son de su propiedad.
  • Stolen Version: término con el que los fans se refieren a los álbumes originales, pues hace referencia a que los discos fueron robados a Swift.

En algunas pistas de sus álbumes regrabados también se puede leer ‘From The Vault’. Así es como Taylor llama a las canciones que compuso inicialmente para sus primeros discos, pero que finalmente fueron descartadas.

Ahora bien, hay otros álbumes recientes de Taylor Swift que no tienen la nomenclatura Taylor’s Version: por ejemplo, sus álbumes ‘Folklore’ o ‘Midnights’. Esto es porque no existe ninguna otra edición de ese disco a manos de Scooter Braun, y como están firmados bajo Republic Récords, ella tiene los derechos de esos álbumes.

En cualquier caso, este término se ha convertido en un sello reconocible y parte de su marca, lo que hace que Taylor también lo utilice para diferenciar otras versiones. Por ejemplo, la película del Eras Tour en Disney+ usa ‘(Taylor’s Version)’ porque es una versión extendida de la cinta que la cantante estrenó en cines y en Blu-ray.

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