Las cámaras de seguridad ocultas se han vuelto un problema bastante grande para los usuarios de Airbnb en los últimos años. Muchos viajeros se han topado con dispositivos escondidos que registraban sus actividades mientras permanecían en alojamientos temporarios. Una clara violación a la privacidad que les ha obligado a tomar medidas para asegurarse de no estar siendo espiados. Y ahora la plataforma ha decidido dar un paso extra para proteger al público: la prohibición tajante al uso de cámaras en espacios interiores.
Según publicó Airbnb este lunes, ha actualizado su política de cámaras de seguridad para impedir el uso de estas dentro de las casas o apartamentos de alquiler temporario. La medida será de implementación global, de modo que afectará a todos los alojamientos listados en la aplicación, y comenzará a regir desde fines del próximo mes.
Previamente, Airbnb permitía la instalación de cámaras de seguridad en espacios interiores, pero estas debían limitarse a áreas comunes. Por ejemplo, la cocina, la sala de estar y los pasillos. El uso de dispositivos de este tipo en baños o dormitorios ya estaba prohibido de antemano. Además, los encargados de los alojamientos temporales debían informar a los clientes por anticipado sobre la presencia de las cámaras, y las mismas debían ser perfectamente visibles.
Claro que, pese a la existencia de esta política, el uso de cámaras de seguridad ocultas ha sido motivo de gran polémica. No solo en pisos disponibles en Airbnb, sino también en hoteles que ofrecen sus habitaciones a través de la plataforma. Lo cual representa una grave violación a las normas del servicio.
Airbnb le pone un alto al uso de cámaras de seguridad en interiores
Según explicó Airbnb, la prohibición al uso de cámaras de seguridad en el interior de los alojamientos busca simplificar la política de la compañía en torno a estos aparatos. Como así también, seguir priorizando la privacidad de la comunidad de viajeros que habitualmente utilizan la app.
Juniper Downs, jefa de política comunitaria y alianzas de la empresa, explicó que la determinación se tomó luego de consultar con huéspedes, anfitriones y expertos en privacidad. Airbnb indica que los alojamientos que incluyen cámaras de seguridad en espacios interiores son minoría en su vasto catálogo global, de modo que un número muy bajo de estos se verá afectado por la nueva determinación.
Pese a ello, Airbnb ha indicado que les dará tiempo suficiente a los encargados de las casas o apartamentos con cámaras de seguridad en espacios interiores para que puedan realizar los cambios pertinentes. Es por ello que la medida comenzará a regir recién desde el próximo 30 de abril.
Vale aclarar que los hoteles podrán seguir utilizando cámaras para monitorear áreas comunes como los pasillos, los restaurantes o el lobby. Una decisión lógica, considerando que los sistemas de videovigilancia son comunes en este tipo de establecimientos en los que muchas personas se movilizan a diario.
Actualización del uso de cámaras de exteriores
Además de la prohibición al uso de cámaras de seguridad en interiores, Airbnb ha actualizado sus lineamientos sobre el uso de estos dispositivos en exteriores. Las cámaras inteligentes para los timbres de las puertas, por ejemplo, seguirán estando permitidas. Lo mismo aquellas que se usen para patios frontales o traseros. No obstante, no se podrán usar cámaras exteriores para vigilar el interior —apuntándolas hacia las ventanas del alojamiento, por ejemplo—. Ni tampoco en sectores que puedan afectar la privacidad de los huéspedes, como donde haya duchas a cielo abierto, piscinas o hidromasajes.
Así mismo, Airbnb seguirá permitiendo los monitores de decibelios de uso interno. Esto, para que los anfitriones puedan asegurarse de que no se están realizando fiestas en sus alojamientos, o que no se esté produciendo algún incidente o problema de seguridad. No obstante, se ha aclarado que se debe continuar informando sobre su presencia y ubicación. Además, se los tiene que seguir instalando en áreas comunes y no pueden grabar o transmitir los sonidos o conversaciones que se produzcan en el piso.
¿Será todo esto suficiente para evitar una invasión a la privacidad de los usuarios? Airbnb asegura que los huéspedes que no respeten la nueva política quedarán sujetos a una investigación. Si se registra una violación a las normas, la empresa eliminará sus alojamientos de la plataforma y dará de baja sus cuentas.