En Cazafantasmas: Imperio helado, el grupo de parapsicólogos más queridos de la cultura pop, regresan para una nueva y presumiblemente, última aventura. De regreso a Nueva York, la trama explora, otra vez, la forma en que este grupo disfuncional de héroes a la fuerza, deberán rescatar de nuevo la ciudad de una amenaza sobrenatural. Eso, mientras tratan de convivir entre sí y analizar la historia que les une. Lo que convierte a la película de Gil Kenan, en una mezcla de nostalgia, con un escenario por completo nuevo y listo para explorar una nueva saga.

Pero además de rendir tributo a la franquicia de la que procede, la producción es el añadido más reciente a una larga tradición. La de los héroes por accidente o los equipos que terminan por llevar a cabo grandes hazañas, casi sin recursos a su alcance. De hecho, uno de los puntos fuertes de los personajes imaginados por Ivan Reitman, es su capacidad para ir de hombres corrientes a símbolos del bienestar de Nueva York. Algo que la nueva película explora con buen humor y un papel destacado de los antiguos personajes. 

Si te gusta este tipo de historias y disfrutas con aventuras protagonizadas por héroes improbables, te dejamos una lista de cinco que seguramente disfrutarás. De la adaptación de un clásico juvenil que juega con el suspense y la fantasía, hasta un padre de familia intentando revertir el más singular experimento. La lista atraviesa, probablemente, varios de los mejores recuerdos de infancia de toda una generación. A la vez, la forma en que las figuras más curiosas, pasaron a formar parte de la historia del cine. El mejor obsequio para los nostálgicos.

Pesadillas

L-r, Jack Black, Odeya Rush and Dylan Minette and star in Columbia Pictures' "Goosebumps."

En 2015, la mundialmente famosa obra del escritor R. L. Stine, llegó a la pantalla grande en una cinta, que por curioso que parezca, le incluía como un personaje. También, que recreaba varias de sus obras más conocidas, en un único escenario aterrador. El resultado fue una cinta que, sin ser en especial compleja, lograba captar el espíritu de los conocidos libros de terror juveniles. 

Pero Pesadillas es más que una premisa terrorífica, basada en las obsesiones y terrores del conocido autor. También incluye un grupo de personajes que resultan muy semejantes a los que protagonizan la saga de libros sobre horrores en los tranquilos pueblos estadounidenses. Zach (Dylan Minnette) vive en un barrio común y corriente, hasta que Stine (Jack Black) y su hija Hannah (Odeya Rush), se convierten en sus vecinos. Pero lo que Zach y su amigo Champ (Ryan Lee) no sospechan es que el talento del ilustre nuevo residente engendra más de un peligro. En especial, cuando su salvaje imaginación haga de las suyas. 

La cinta, que podría haberse limitado a adaptar uno de los superventas escritos por Stine, disfruta siendo una historia escalofriante con toques de humor. Mucho más, cuando su pandilla de personajes, tendrán que luchar contra el mal en medio de una situación disparatada, ¿qué ocurriría si cada cosa que puedes imaginar se hace realidad? La mayor pregunta que la película intenta responder. 

Las alucinantes aventuras de Bill y Ted

Antes de ser el Elegido en The Matrix y un hombre en busca de venganza en la saga John Wick, Keanu Reeves era simplemente Ted “Theodore” Logan. Un estudiante decidido a no reprobar historia en la secundaria y en perpetua compañía de Bill (Alex Winter), su único e inseparable amigo. 

Pero lo que comienza como un esfuerzo para evitar reprobar, se convierte en una aventura universal cuando Rufus (George Carlin), se atreviese en su camino. Como un emisario del futuro en una misión misteriosa, este tiene el deber de ayudar al dúo no solo a lograr la mayor calificación. También, la de enseñarles una lección acerca de las decisiones y el porvenir.

Pero a pesar de la ayuda, Bill y Ted parecen ser inmunes a cualquier intento de aprender, por lo que todo terminará en el más disparatado viaje en el tiempo. De Sócrates a Abraham Lincoln. El trío terminará por conversar, discutir e incluso golpear, a las grandes figuras universales. Eso, mientras intentan, en un inverosímil grupo, proteger al futuro. Ideal para los amantes del humor chusco y los nostálgicos. 

Los fantasmas contraatacan

En 1988, Bill Murray disfrutaba del éxito de los Cazafantasmas, hasta entonces, su trabajo más popular y más conocido. Por lo que no es de extrañar que aceptara el papel del hombre que tuvo que enfrentarse a las apariciones espectrales antes que cualquiera, Ebenezer Scrooge. O al menos, su versión contemporánea. Frank Cross, odia la Navidad por una larga lista de razones personales. Por lo que recibirá una lección en la fecha más querida del año y por supuesto, desde el ámbito de lo sobrenatural.

Sin embargo, lo más interesante de esta adaptación de Un cuento de Navidad de Charles Dickens no son las penurias de Frank, sino el equipo de espectros aterradores que se ocuparán que alcance la redención. Por un lado, el Fantasma de las Navidades Pasadas (interpretado por el músico David Johansen), deberá recordarle los mejores momentos de su vida. Al otro, el de las Presentes (Carol Kane), demostrarle que su rencor por el pasado, afecta su futuro. Juntos, arrastrarán — en algunos casos de manera literal — a Frank a través de su historia, sus mejores y peores momentos, para, al final, demostrarle el sentido de la felicidad. 

¿Te parece una premisa insulsa? Quizás sea conveniente indicar que ninguno de los fantasmas son amables y Frank, se va a defender como pueda de ellos. Lo que convierte a la película en una desternillante aventura a través de la esperanza, la búsqueda del propósito y las heridas emocionales que sanan. Un mensaje curioso para una película en que un heraldo del más allá, golpea a puño limpio. 

La tienda de los horrores

Frank Oz tomó la premisa de la película de 1960 dirigida por Roger Corman y la obra de teatro de 1982 de Howard Ashman, para crear una obra que mezcla ambas cosas. El resultado es un divertido musical, que a la vez, se burla de la historia de Seymour (Rick Moranis) y su conflictiva relación con la planta carnívora Audrie II.

Pero más allá de lo humorístico que pueda resultar las aventuras de una criatura exótica con apetito por los villanos, es el grupo de personajes que la rodean. Del tímido dependiente encarnado por Moranis, al señor Mushnik (Vincent Gardenia) su autoritario jefe a la sufrida Audrey (Ellen Greene). Lo cierto es que el grupo de personajes se hacen cada vez más interesantes y complejos.

Por lo que cuando Audrie II muestra su verdadera naturaleza, todos tendrán que afrontar que esta entidad desconocida, debe ser detenida. Y solo lo lograrán, uniendo fuerzas. O al menos, asumiendo que se necesitan unos a otros para sobrevivir. El giro más singular de esta obra extraña.

Cariño, he encogido a los niños

Wayne Szalinski (de nuevo, Rick Moranis), es un científico torpe que ama a su familia. Pero eso no evitará que terminé por provocar un extrañísimo accidente con uno de sus inventos y la situación más extravagante. A saber: encoger al tamaño de insectos a sus hijos Amy (Amy O’Neill) y Nick (Robert Oliveri) y a los chicos del vecino, Ron Thompson (Jared Rushton) y Russel (Thomas Wilson Brown). Juntos, tendrán que hacer equipo para intentar sobrevivir a los peligros del jardín — convertido en escenario de horrores — y lograr recuperar su estatura normal.

La cinta, que comienza como una travesía burlona, se convierte rápidamente en una aventura por el mundo de las cosas pequeñas, convertidas en obstáculos a gran escala. Para su divertido final, el equipo miniatura y el padre brillante, tendrán que encontrar la forma de salvar la vida. Eso, en medio del giro más sorprendente de trama. 

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