La compra de Figma por parte de Adobe fue uno de los grandes fiascos del sector tecnológico de 2023. El acuerdo, valuado en 20.000 millones de dólares, finalmente se dio de baja a mediados de diciembre pasado, poco más de 15 meses después de su anuncio.

La presión regulatoria, tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea, fue crucial para que las compañías decidieran ponerle punto y final a su relación, a sabiendas de que la adquisición sería bloqueada.

Ahora, el CEO de Figma, Dylan Field, se ha sincerado sobre sus sensaciones tras caerse la transacción. En diálogo con The Verge, el ejecutivo aseveró que, pese a que la unión multimillonaria no se concretó, el resultado final fue "un gran alivio".

Ojo, que esto no implica que el líder de Figma se arrepintiera de la compra a medio camino, ni nada por el estilo. Lo que Field dejó en claro fue que el proceso de adquisición fue demasiado estresante, y a eso se le sumó la incertidumbre sobre qué destino tendría el acuerdo tras más de un año de espera.

"Creo que el contexto mental para mí es que los procesos regulatorios son estresantes. Entonces, cuando finalmente tuvimos claridad después de 16 meses sin ella, sin saber exactamente cuál iba a ser el futuro de Figma, fue un gran alivio", expresó el CEO de la compañía.

Las sensaciones del CEO de Figma tras la fallida compra de Adobe

Adobe compra Figma | Comisión Europea

Pero Field no se detuvo allí. El líder de la firma remarcó que la primera reunión con los empleados después de caerse la compra por parte de Adobe se sintió "más como Figma que nunca". El empresario mencionó que el encuentro virtual se realizó durante el primer día de tiempo libre remunerado (PTO) y que, pese a ello, muchos trabajadores se unieron. "[El ambiente] se sentía más distendido. Se sentía realmente lleno de energía. La gente hacía bromas en el chat y, en general, había un sentimiento de optimismo sobre nuestro futuro como empresa independiente", aseveró.

A pesar de la sensación de liberación en Figma tras cancelarse su adquisición, Dylan Field no dudó en celebrar a Adobe. "Es una compañía increíble. Tuvimos mucha suerte al poder interactuar con ellos a lo largo de este período".

En cuanto al futuro de Figma como empresa independiente, el directivo explicó que la intención es convertirse en un negocio cada vez más eficiente. Y hasta dio a entender que podrían utilizar parte del dinero que recibieron como compensación tras no concretarse el acuerdo con Adobe para planificar alguna compra estratégica.

Recordemos que Adobe tuvo que pagarle 1.000 millones de dólares a Figma para salirse de la transacción. Un monto ínfimo, en comparación con lo que hubiese costado la adquisición completa. Y ni que hablar de los posibles costes legales si hubieran tenido que defenderla ante la Comisión Europea o el Departamento de Justicia de EE. UU.

Dana Rao, jefe legal de Adobe, insistió en que los argumentos regulatorios para bloquear la compra nunca tuvieron fundamentos. El ejecutivo incluso aseguró que Adobe XD, uno de los principales competidores de Figma, había sido un fracaso. Por ende, ni siquiera consideraban que existiese un "conflicto de intereses" que les impidiera avanzar con la compra. Ya veremos qué se traen entre manos ambas compañías siguiendo por caminos separados.

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