Del iPhone nos podrán gustar muchas cosas, pero su resistencia a las caídas no puede ser una ellas. Seguramente conoces algún caso, posiblemente propio, de un terminal de la manzana que ha resultado gravemente dañado tras caer. A veces, incluso, de una altura mínima. Entonces… ¿Nos creerías si te dijéramos que un iPhone sobrevivió a una caída de casi 5.000 metros? Bueno, pues eso ha ocurrido.
En X (antes Twitter) se está haciendo viral la historia de este afortunado iPhone. Seanathan Bates se encontraba caminando por la carretera y en su trayecto se encontró un iPhone. Hasta ahí, nada que sorprenda demasiado, ya que algunas personas suelen extraviar sus teléfonos hasta de las maneras más disparatadas posibles.
Sin embargo, este caso sí que es único. De alguna forma que todavía no sabemos con precisión, este iPhone cayó desde un avión. Recorrió, aproximadamente, 4.876 metros antes de tocar la superficie. Contra todo pronóstico, no solo sigue funcionando, sino que además no tiene daños que lamentar.
Tal como puedes observar en las imágenes, la pantalla, que suele ser el primer componente que se daña en una caída, está intacta. Curiosamente, al momento de caer, tenía abierto un correo sobre un pago a Alaska Airlines por equipaje. Se encontraba en Modo Avión, además de conservar casi la mitad de su batería. Intuimos, por lo tanto, que no había pasado tanto tiempo desde que ocurrió el accidente.
"Encontré un iPhone a un costado de la carretera. Todavía en modo avión, con media batería y con un correo abierto por un cargo por equipaje para Alaska Airlines ASA1282 ¡Sobrevivió intacto a una caída de 16,000 pies!"
Seanathan Bates.
Aunque no sabemos qué modelo es, la isla dinámica acorta las posibilidades. Puede ser un iPhone 14 Pro o cualquier variante de los iPhone 15.
Ahora bien, si observamos con detalle la imagen que expone el frontal podremos ver que tiene un conector roto insertado en el puerto USB-C. Es poco probable, no obstante, que esto haya sido causado por el impacto con la superficie. La persona que encontró el iPhone teoriza que la puerta del avión, al cerrarse, provocó el daño en el conector del cargador.
Evidentemente, gran parte del impacto lo absorbió el protector que cubre el iPhone. Desconocemos la marca, pero lo que sí está claro es que cumplió con su trabajo de manera excepcional. De no traerlo, estamos seguros de que el dispositivo habría pasado a mejor vida.
Otro tema que se debe celebrar es que cayó en una zona de riesgo menor —hasta cierto punto—. A esa altura, cualquier objeto en caída libre se convierte en un proyectil.
Sin duda, la persona propietaria se llevará una gran sorpresa cuando se entere de que no tendrá que comprar otro móvil…