A veces, los remedios caseros de las abuelas se convierten en ideas muy lucrativas para las empresas cosméticas. Un buen ejemplo de ello es el de la cebolla para el cuidado del cabello. Hemos pasado de los zumos malolientes con los que nuestras abuelas se lavaban el pelo a champús perfumados y muy agradables de usar, en los que se concentran los extractos de esta hortaliza que son responsables de sus supuestas propiedades beneficiosas para el cabello. Ahora bien, ¿es realmente eficaz el champú de cebolla

Estos productos generalmente se publicitan como una opción perfecta para las personas que quieran fortalecer su cabello. Incluso se supone que ayudan a que crezca el pelo en hombres y mujeres a quienes se les cae mucho, ya sea por alguna forma de alopecia o por cualquier otro motivo.

Hace muchos años que existe el champú de cebolla, pero lo cierto es que en tiempos más recientes ha vuelto a alcanzar un gran auge, después de que algunas marcas muy importantes de cuidado para el cabello se sumen a la moda. Por eso, empieza a ser muy frecuente ver a influencers de cosmética mostrando estos productos en sus redes sociales y proclamando sus beneficios a los cuatro vientos. Aseguran que han sido un antes y un después para su cabello. Y quizás lo sientan, ¿pero es efecto placebo o hay evidencias científicas de su eficacia? También podría ser que no experimenten ningún beneficio, pero que, al pagarles, aseguren que les ha ido genial. Vamos a confiar en la honestidad de las personas y suponer que esta no es una opción, así que volvemos a la pregunta anterior.

Evidencias científicas sobre el champú de cebolla

Aunque los remedios tradicionales a base de esta verdura se han usado en todo el mundo, el auge de los champús de cebolla llega sobre todo desde algunos países de Oriente Medio, especialmente la India.

Es precisamente en esta región, concretamente en Irak, donde se llevó a cabo en 2002 uno de los pocos estudios que existen sobre este tema. En él, se comprobó la eficacia del jugo de cebolla en el tratamiento de la alopecia areata en un grupo de pacientes que incluía tanto hombres como mujeres, niños y adultos.

La alopecia areata es una forma de pérdida del cabello que se da cuando el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos en los que nace el cabello. Como consecuencia, se forman calvas en forma de parches del tamaño de una moneda pequeña, que se pueden ir haciendo cada vez más abundantes y extensos.

Los participantes del estudio se dividieron en dos grupos. En el primero se tuvieron que aplicar en el cuero cabelludo jugo de cebolla y en el segundo solo agua del grifo. El procedimiento fue el mismo para todos, con dos aplicaciones diarias durante dos meses. En solo 6 semanas, se reportó crecimiento de cabello en el 86,9% de las personas que usaron cebolla. En cambio, en el grupo control, en el que se utilizó agua del grifo, solo creció más pelo en el 13% de los participantes. Y no fue a las 6 semanas, sino una vez que pasaron los dos meses completos.

Este es el estudio que se suele usar normalmente para apoyar la eficacia del champú de cebolla. No obstante, es importante tener en cuenta que en él solo participaron 38 personas. Por lo tanto, es una población demasiado pequeña para obtener conclusiones relevantes.

cebolla
El azufre es el compuesto más interesante de la cebolla para fortalecer el pelo. Crédito: Onder Ortel (Unsplash)

¿A qué se deben los supuestos beneficios de esta hortaliza?

Generalmente, los beneficios de los extractos vegetales del champú de cebolla se asocian con muchos de los compuestos presentes en esta planta. Sobre todo se relaciona con la presencia de azufre. Esto es así porque el azufre es uno de los elementos más presentes en la queratina, una proteína esencial en la composición del cabello. Por ese motivo, se considera que ayuda a fortalecer y regenerar el pelo.

Además, la cebolla tiene un papel antimicrobiano que podría ayudar a combatir infecciones del cuero cabelludo que debiliten el pelo. Finalmente, el champú de cebolla se considera muy eficaz por su contenido en flavonoides, unos compuestos vegetales antioxidantes que pueden ayudar a combatir el daño de las células del folículo piloso a causa de la oxidación de los radicales libres.

El problema es que nada de esto se ha demostrado más allá de ese estudio con menos de 40 personas. Una buena nutrición es esencial, tanto para fortalecer el cabello como para otros muchísimos objetivos. Sin embargo, la eficacia de una serie de compuestos que se aplican en el pelo y automáticamente se enjuagan no está demostrada con suficiente evidencia científica.

No perdemos nada por probar el champú de cebolla, por supuesto. Al fin y al cabo, del mismo modo que no hay evidencia suficiente de su eficacia, tampoco la hay de que no sirva. Pero no está de más tener en cuenta que, posiblemente, no sea la panacea. Y que la salud de nuestro pelo, como la de nuestra piel, empieza por comer bien e hidratarnos adecuadamente. 

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