Cuando te perforas las orejas, tu aspecto cambia, por supuesto. De repente, tienes un agujero en la piel en el que puedes ponerte las joyas que tú elijas. Si eres un bebé no eliges, desde luego. Te han hecho un agujero para demostrar al mundo que eres una niña, no vaya a ser que alguien se confunda. En ese caso también cambia el aspecto. Pero, dejando eso a un lado, lo cierto es que un piercing no solo cambia lo que se ve. También tiene efectos sobre lo que no se ve. Es la conclusión de un estudio realizado por científicos de la Universidad McGill y el Tattoo Lounge MTL, de Montreal, en el que se muestra cómo cambia la microbiota de la piel de la oreja después de una perforación.
En realidad, tiene sentido. La persona que hace el piercing, antes de perforar, suele limpiar la zona con alcohol, como cuando nos sacan sangre o nos ponen una inyección. Es necesario antes de agujerear la piel, para evitar infecciones. Con ese alcohol se busca eliminar posibles microorganismos patógenos, pero también puede retirar los beneficiosos de la microbiota. Es lógico. Sin embargo, hasta ahora nadie se había parado a analizarlo.
Por supuesto, que haya un estudio de tatuaje implicado en el estudio puede implicar un conflicto de intereses. Pero en este caso ese conflicto de intereses no es un problema; pues, al fin y al cabo, los resultados solo son un dato curioso y un hilo del que tirar para investigar más.
¿Qué es la microbiota?
La microbiota es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro organismo de forma continua, no solo cuando tenemos una enfermedad. De hecho, la mayoría de ellos son beneficiosos. En el caso de la microbiota intestinal, mal llamada flora, ayuda a digerir los alimentos y, además, mantiene a raya a los microorganismos patógenos que intentan colonizar el sistema digestivo.
En el caso de la microbiota de la piel, sirve como barrera frente a agresiones, sobre todo procedentes de otros microorganismos. Así con todos: en la boca, en los genitales, en los ojos… Todo el organismo tiene bacterias, hongos y virus que viven en armonía, sin causar ninguna enfermedad y, generalmente, aportando muchos beneficios. Esa es la microbiota. A su genoma, a menudo estudiado para conocer la composición de cada microorganismo, se le conoce como microbioma.
¿Qué pasa con los microorganismos de la piel si nos hacemos un piercing?
Los autores de este nuevo estudio quisieron analizar los cambios en la microbiota de la piel después de hacer un piercing. Para ello, el perforador tomó muestras de la piel con un hisopo, justo antes y después del procedimiento. Y, además, los propios voluntarios se tomaron y enviaron más muestras, una 12 horas después y el resto 1 día, 3 días, 1 semana y 2 semanas más tarde.
Los científicos de la Universidad McGill procedieron a analizar los hisopos y encontraron algo interesante. A pesar del alcohol, no se había retirado toda la microbiota. Parte de ella se había mantenido. Sin embargo, en el vacío que dejaron los microorganismos que sí se retiraron al desinfectar, proliferaron nuevas especies.
Observaron que las nuevas colonias de microorganismos se parecían mucho más a las que hay en zonas húmedas, como el interior de la nariz o la axila, que a las de la piel de la oreja sin perforar. En realidad esto tiene sentido. Es mucho más difícil que la humedad se evapore por completo alrededor de una perforación. Por eso, al hacer el piercing se crea un ambiente nuevo y, con ello, un ecosistema microbiano diferente.
Es algo que nunca se había estudiado. Sin embargo, ahora que se sabe, sería interesante seguir investigando en esa línea. Este estudio se ha realizado con solo 28 participantes, por lo que el primer paso sería añadir a más voluntarios a un nuevo estudio. Además, habría que observar qué consecuencias tiene este cambio de microbiota. ¿Son beneficiosas, perjudiciales o indiferentes? Habrá que estudiar más. De momento, lo único que se sabe es que las bacterias predominantes son Staphylococcus epidermidis y Cutibacterium acnes, ambas muy comunes en la microbiota de la piel, por lo que no parece que haya nada que temer. Todo está dentro de lo normal, pero sería interesante seguir investigando.