Los que padecemos de migraña sabemos que cuando llega el momento, y para cada cual es distinto, es mejor prepararse para lo peor, meterse en cama y esperar a que desaparezca. La migraña o hemicránea es una de las cefaleas, dolores de cabeza, más comunes y graves que podemos sufrir. Aunque no se debe confundir la migraña con otros dolores de cabeza también comunes, se calcula que al menos el 11% de toda la población la sufre. Pero, ¿y si pudiéramos curar la migraña con un sólo un pendiente? Eso es lo que promete el piercing Daith, un aro que se coloca en el cartílago de la oreja asegurando arreglar lo que los fármacos no pueden. Pero, un momento, ¿funciona de verdad? No corras todavía a tu tatuador de confianza.
Qué es el piercing Daith
Un simple aro podría ser la solución al problema que la medicina no ha logrado curar. La base tras este maravilloso (o más bien mágico) piercing no es otra que la acupuntura. Al menos eso dicen sus defensores. Atendiendo a voces como las del Dr. Thomas Cohn, experto en dolor de Minnesota, este piercing podría ayudar a controlar la intensidad y reducir el número de migrañas sufridas por los pacientes. El Dr. Will Foster, un acupunturista de Knosville, explica la supuesta razón de sus efectos: el cartílago de la oreja es un punto de presión en acupuntura relacionado con el estómago. La migraña, según Foster y atendiendo a ciertas evidencias científicas, está relacionada con la digestión por lo que el piercing Daith, al actuar sobre este punto de acupresión ayudaría a controlar los dolores crónicos.
Los defensores del Daith afirman que el piercing no tiene ninguna consecuencia negativa. Sino todo lo contrario, sirve para aliviar de manera casi inmediata el dolor. Los más puristas explican que hay que hacer un estudio de los puntos de acupresión para ver dónde hay que realizar el piercing con exactitud. Por otro lado, los tatuadores y anilladores ofrecen este elemento sin más, y sin pararse a "estudiar los puntos de presión". Eso no quita que a todo el mundo le funcione, según dicen. Y además, luce que no veas en nuestra oreja. Así que, ¿por qué no ir a por uno? Bueno, bonito y barato. Y falso.
Por qué no es lo que promete
En primer lugar, como todos sabemos, la migraña es una cuestión compleja. A pesar de ser una de las dolencias más estudiadas por la ciencia, todavía existen muchos aspectos, especialmente en su bioquímica, que son desconocidos por la ciencia. Esto es un problema enorme para aquellos que la sufrimos: ni los tiempos, ni las intensidades o las razones coinciden en este maldito dolor de cabeza de una persona a otra. Hay a quien la migraña se le mitiga con fármacos. Y también hay quien no puede hacer más que encerrarse en su habitación. Varios estudios y revisiones Cochrane muestran que existe cierto alivio de la migraña por el uso de la acupuntura. Pero cuidado, que estos estudios muestren que el alivio se produce tanto por la acupuntura real como por la simulada, que es una especie de forma placebo de hacer acupuntura para realizar estudios, no nos dice mucho. Esto quiere decir que el efecto en sí no parece estar en los procedimientos de la acupuntura, sino en un proceso mental placebo que desconocemos.
Esto concuerda con el hecho de que la mayoría de los procedimientos de piercing Daith ni tan siquiera son acordes con los verdaderos principios de la acupuntura y aun así "funcionan". Por otra parte, el relacionar el estómago con la migraña es simplificar demasiado el problema. Existen muchas y muy diversas razones para que ocurran las cefaleas. Las que existen detrás de la migraña no están claras. Existen varias hipótesis, no obstante. Las más aceptadas se fijan en cuestiones de los vasos sanguíneos y su constricción. Otra hipótesis explica que el dolor podría originarse por la hiperexcitabilidad de la corteza cerebral. Efectivamente, existe otra hipótesis que enlaza la migraña y diversos problemas gastrointestinales. Pero esto serviría sólo para algunos de los pacientes que la sufren y no para todos, suponiendo que sea efectiva esta relación. Por último, no hay que olvidar que los piercings (especialmente en las orejas) tienen riesgos de infección, lo que hace del Daith un método que no es 100% seguro.
¿Qué sabemos de la migraña?
Aunque es mucho, desde luego, no es suficiente. Eso lo tenemos clarísimo. Conocemos este mal desde tiempos de Hipócrates (hace casi 2500 años). Y aun así, todavía hay misterios que seguimos sin resolver. Por ejemplo, la hipótesis vascular, que dice que la migraña sobreviene por la vasoconstricción y la vasodilatación de rebote, procede del hecho de que a ciertas personas le ayudan los medicamentos antiinflamatorios. Pero no le sirve a todo el mundo. Como veíamos, la relación intestino-cerebro está cogiendo fuerza, algo que se sustenta en evidencias de que la migraña está relacionada con la alimentación, por ejemplo. Pero tampoco sabemos de qué manera. De hecho, esta relación parece enormemente compleja, existiendo diversos mecanismos implicados tanto en la absorción intestinal como en la migraña.
También parece obvio que el exceso de esfuerzo, las horas de sueño, los hábitos de vida y varios factores psicológicos juegan un papel crucial en la migraña. De hecho, estos parecen mucho más fuertes que los factores externos, pero existen pocas evidencias concluyentes sobre una u otra hipótesis. Para ponerlo más difícil, la migraña contiene un factor genético importante, aunque sólo la migraña hemipléjica familiar está caracterizada. Por lo demás, existen tratamientos paliativos, con fármacos y preventivos, con medicamentos también. Estos dependen de cada persona pues no funcionan de la misma manera ni en todo el mundo, por desgracia. Así que resulta, cuanto menos, sospechoso que un piercing sea capaz de arreglar lo que miles de años de historia de la medicina no ha conseguido. Pero bueno, quién es la evidencia para decir que algo no funciona, ¿verdad?