El sueño de desarrollar el Hyperloop, un medio de transporte ultrarápido capaz de unir larguísimas distancias en pocos minutos, está cada vez más lejos de convertirse en realidad. Bloomberg reporta que Hyperloop One, el proyecto que por años tuvo el apoyo de Virgin y Richard Branson, está siendo desmantelado y cancelado formalmente.
La compañía ha despedido a la mayoría de sus empleados y está tratando de vender sus activos. Si bien el cierre de la firma no ha sido confirmado oficialmente, el citado medio indica que Hyperloop One ya bajó las persianas en sus oficinas de Los Ángeles, California. Además, está tratando de desprenderse tanto de su pista de pruebas en el norte de Las Vegas, Nevada, como de sus prototipos de vehículo.
Solamente un pequeño grupo de trabajadores se mantiene en funciones en Hyperloop One, aunque por muy pocos días. Estos han quedado a cargo de supervisar la comercialización de los bienes de la empresa hasta el próximo 31 de diciembre. A partir de 2024, la startup dejará de funcionar y su propiedad intelectual se transferirá a DP World, un conglomerado de Dubai que ha quedado posicionado como su accionista mayoritario.
Así, entonces, otra compañía que ha apostado por la visión de Elon Musk para revolucionar el transporte ha fracasado. Hyperloop One se suma a SpaceX, que a fines de 2022, desmanteló la pista de pruebas para su propia versión del Hyperloop y la convirtió en aparcamiento para sus empleados.
Hyperloop One, el proyecto que sedujo a Virgin
Como ya dijimos, Hyperloop One —al igual que otras compañías— nació con la intención de convertir en realidad la utopía que planteó Musk en 2013. No obstante, la empresa ganó mucha atención por mérito propio, pues fue de las primeras que logró captar a grandes inversores. Uno de ellos fue Richard Branson, líder del Virgin Group.
El magnate británico ingresó en la firma en 2017, tres años después de su fundación. Así, la iniciativa pasó a conocerse como Virgin Hyperloop One, hasta que en 2020 se transformó simplemente en Virgin Hyperloop. Los primeros avances fueron por demás promisorios. Y algunos de sus planes eran realmente ambiciosos, como instalar un centro de desarrollo en España.
En noviembre de 2020, el Hyperloop One completó con éxito la primera prueba trasladando pasajeros a altísima velocidad en un tramo de 500 metros. Una distancia minúscula en comparación con la que se prometía cubrir una vez que el sistema comenzara a operar comercialmente. No obstante, las bases parecían sentadas para demostrar que el proyecto era factible.
En 2021, de hecho, el por entonces CEO de Virgin Hyperloop, Josh Giegel, indicó que la firma apuntaba a 2027 para iniciar sus viajes comerciales. Las primeras rutas se instalarían en India y Arabia Saudí, había mencionado el ejecutivo. Sin embargo, todo fue colina abajo desde allí.
Un proyecto con ambiciones desmedidas
La infraestructura necesaria para hacer funcionar el Hyperloop era monumental. Después de todo, hablamos de cápsulas que prometían moverse a más de 1.000 kilómetros por hora utilizando levitación magnética dentro de tubos prácticamente libres de aire. Pero ese no era el único desafío.
Desde Virgin habían mencionado que la evolución en el desarrollo de ciertos componentes claves —baterías, sensores, sistemas electrónicos de gestión de potencia— no era tan veloz como el Hyperloop One necesitaba. Por ende, eso podía impactar negativamente sobre cualquier proyección para ponerlo en marcha.
Aunque el verdadero principio del fin de Hyperloop One se dio en 2022, cuando la empresa cambió su estrategia y perdió el apoyo de Virgin. La firma optó por abandonar el traslado de pasajeros a altísima velocidad para enfocarse en soluciones de transporte de cargas.
Esto llevó al despido de prácticamente la mitad de su fuerza laboral y a que, a fin de año, Richard Branson quitara la marca de su conglomerado del proyecto. De esta forma, uno de los proyectos más grandilocuentes para revolucionar la movilidad de las personas a nivel mundial quedó pendiendo de un hilo. Y apenas 12 meses más tarde dice adiós, con mucha pena y nada de gloria.