Sam Altman, CEO de OpenAI (izquierda), y el CEO de Microsoft, Satya Nadella

Sam Altman junto a Satya Nadella

Credit: Microsoft

La Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) ha puesto los ojos en la asociación entre Microsoft y OpenAI y sus posibles consecuencias. El regulador británico hizo un llamado a las partes y a terceros para comentar si la relación entre ambas compañías podría dar como resultado una fusión que atente contra la competencia.

La CMA mencionó que ha monitoreado de cerca el impacto de las asociaciones y acuerdos estratégicos en la industria de la inteligencia artificial. El regulador considera que estas alianzas podrían debilitar la competencia en el desarrollo de modelos de lenguaje. Es por ello que busca opiniones para determinar si la inversión multimillonaria de Microsoft en OpenAI es una situación de fusión.

La autoridad lanzó una Invitación a Comentar, un proceso en el que recopila información de las partes interesadas para analizar el caso.

“La CMA está considerando si es o puede ser el caso de que la asociación de Microsoft con OpenAI, o cualquier cambio a la misma, haya resultado en la creación de una situación de fusión relevante, según las disposiciones de fusión de la Ley de Empresas de 2002”, menciona. “Y en caso de ser así, si cabe esperar que la creación de esa situación dé lugar a una disminución sustancial de la competencia dentro de cualquier mercado o mercados del Reino Unido de bienes o servicios.”

La Invitación a Comentar antecede a cualquier investigación formal de fase 1, la cual ocurriría una vez que la CMA haya recibido los datos que necesita de las partes asociadas. El regulador declaró que revisará si el acuerdo entre Microsoft y OpenAI ha resultado en una adquisición de control, que ocurre cuando una de las partes tiene influencia o derechos de voto sobre la otra.

Microsoft sigue en la mira de la CMA

Bing con ChatGPT | Microsoft | IA
Bing con ChatGPT, el primer fruto de la asociación entre Microsoft y OpenAI.

Tras anunciar un acuerdo de compra de Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares, Microsoft no se ha alejado de la mira de los reguladores. Si bien la compañía cerró la fusión y adquirió los derechos de Call of Duty y otros juegos, la CMA jugó un papel importante en el proceso. La autoridad del Reino Unido impuso una serie de lineamientos para mantener la competencia.

Ahora toca el turno de su asociación con OpenAI, la cual es considerada como “estrecha y multifacética” por el regulador británico. Ante los ojos de la CMA, ambas compañías tienen actividades relevantes en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial, por lo que una fusión tendría efectos adversos para sus competidores.

“La velocidad a la que la inteligencia artificial está escalando a través de casos de uso y mercados no tiene rival en la historia económica”, dijo la autoridad. “Es fundamental la necesidad de una competencia sostenida entre los desarrolladores de IA, que ayudará a generar innovación, crecimiento y prácticas responsables en todo el sector”.

Un suceso que prendió los focos rojos del regulador fue el sorpresivo despido de Sam Altman como director ejecutivo de OpenAI. Su regreso a la compañía y la disolución de la junta directiva mostró el poder que tiene Microsoft. El mismo Satya Nadella actuó como mediador y ofreció trabajo a Altman y su equipo en un punto importante de la crisis.

Sumado a eso, la CMA podría investigar a Microsoft por su negocio de la nube. Amazon y Google dijeron al regulador que las licencias de la nube de Azure son anticompetitivas, aunque los de Redmond aseguraron que sus servicios no violan la ley y son fruto de la competencia en un mercado de innovación.

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