Barbie ya está en HBO Max, ideal para verla estas Navidades, ya sea por primera vez o después de disfrutarla en el cine. Podremos ver de nuevo todas las representaciones de profesiones de esta muñeca, que ha tenido todo tipo de trabajos, desde maestra hasta obrera. Además, en la película no dejan de lado a las Barbies científicas, que no son pocas. Sobre todo vemos a varias sanitarias, como médicas, enfermeras o conductoras de ambulancia. Pero también a una Barbie física, interpretada por Emma Mackey. Es una representación más o menos fiel de la realidad, pues hay muchas Barbies dedicadas a estas profesiones, ¿pero hasta qué punto es buena la representación?

Esta pregunta se la hizo la investigadora Katherine Klamer, de la Universidad de Indiana, antes de escribir un simpático estudio, que se acaba de publicar en la edición navideña del British Medical Journal.

En dicho trabajo analiza la abundancia de Barbies científicas, en comparación con otras marcas de muñecas. Pero, además, tiene en cuenta si hacen una buena representación de las profesiones asociadas a la ciencia. ¿Siguen las medidas de seguridad adecuadas? ¿Utilizan una vestimenta acorde con la situación? No haremos muchos spoiler, pero te puedes ir imaginando la respuesta.

No hay tanta variedad de Barbies científicas

En realidad, todos sabemos que la mayoría de Barbies científicas son sanitarias. Aunque en los últimos años se han creado algunas astronautas, geólogas o ingenieras, por ejemplo. 

Klamer ha reunido una buena representación y ha analizado sus características, en comparación con un conjunto similar de muñecas de otras marcas. Primero tomó un grupo de 92 Barbies científicas (también incluye a Ken y otras muñecas de la marca), compuesto por 53 médicos, 10 científicos, 2 educadores de ciencias, 15 enfermeros, 11 dentistas y 1 paramédico. Después, reunió 65 muñecos de otras marcas, entre cuyas profesiones había 26 médicos, 27 científicos, 7 enfermeros, 2 dentistas, 2 ingenieros y 1 técnico de resonancia magnética.

Lo primero que llama la atención es que, de la muñeca de Mattel, el 93% eran mujeres. Es decir, se trataba de Barbies científicas. Solo el 7% se correspondían con Ken. Es curioso, pues ocurre algo similar con la película, donde los Kens ni siquiera tenían profesión. El 98% de las Barbies eran adultas y el 59% blancas. Ninguna representaba alguna discapacidad. En cuanto a la otra marca, había un 32% blancas y una tenía un brazo protésico, por lo que se muestra más diversidad en esos sentidos.

Barbie
En 'Barbie', Emma Mackey hace de Barbie física.

Especialidades médicas

Al analizar las Barbies científicas dedicadas a la medicina, se vio que el 66% se representaban atendiendo a niños. Solo el 4% atendían a adultos, mientras que, para el resto, no había ninguna especificación, ni en el embalaje ni en la ropa y los accesorios. 

Las especialidades médicas tampoco se aclaraban. Había tres muñecas que eran claramente oftalmólogas; pero, del resto, se asume que son pediatras sin una subespecialidad clara.

La autora de la investigación cree que esta es una oportunidad perdida. Y es que aún hay quien defiende que Barbie puede ser un buen instrumento para empoderar a las niñas y mostrarles que pueden dedicarse a cualquier profesión. En medicina sigue habiendo muchas diferencias de género entre especialidades. Por ejemplo, con pocas cirujanas. Es por eso por lo que opina que sería una buena opción que existiese una muñeca con esta especialidad. De hecho, se ofrece para asesorar a Mattel con respecto a la indumentaria o las medidas de seguridad de la muñeca. Sería útil que se asesoraran, pues queda claro que con otras no lo han hecho.

Las Barbies científicas no deberían ir así al laboratorio

Más de dos tercios de las Barbies científicas llevaban el pelo suelto y, más de la mitad, zapatos de tacón. En un laboratorio se debe ir con zapato plano y el pelo recogido, para evitar incidentes. Son medidas de seguridad básicas. De poco sirve llevar una bata de laboratorio que te cubre la ropa si, con el pelo suelto, puedes contaminar muestras o directamente el pelo. En cuanto a los tacones, no solo no son cómodos, sino que pueden provocar accidentes en un entorno en el que es importante moverse con sumo cuidado.

Las Barbies médicas tampoco llevan todas las medidas de seguridad adecuadas. De hecho, las mascarillas y los guantes, en general, brillan por su ausencia entre estas muñecas.

Por todo esto, no solo hace falta una mayor variedad de Barbies científicas. También es necesario que las que ya hay sigan las medidas adecuadas. No dejan de ser un espejo en el que los niños pueden mirarse y lo ideal es que vean a los científicos como realmente se encuentran en los laboratorios. Y, por supuesto, que tengan una mayor gama de profesiones representada. Tiempo al tiempo. De momento, al menos Mattel ya tiene una sugerencia y un ofrecimiento para asesorarles.

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